La OCU advierte presencia de partículas en el agua de Ourense y se queja del sistema de cobro de Pontevedra y A Coruña

Actualizado: jueves, 23 febrero 2006 21:49

SANTIAGO DE COMPOSTELA // MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta de que el agua de grifo de Ourense sufre turbidez, ya que presenta partículas que, además de rechazo visual, pueden actuar impidiendo la acción de los productos desinfectantes en la planta potabilizadora.

El análisis de la OCU realizado sobre la calidad y el precio del agua de grifo en 50 capitales de provincia de España se queja también del sistema de cobro de este servicio en las ciudades de A Coruña y Pontevedra porque no incentiva el ahorro de agua. Así, advierte de que la estructura tarifaria por bloques no está funcionando como medida disuasoria de consumo y, por contra, en ciudades como Pontevedra y A Coruña se obtiene el efecto contrario porque "cuanta más agua se consume, menos se paga por cada metro cúbico".

Al respecto, explica que las razones son básicamente que la cuota fija que se cobra es demasiado alta, lo que penaliza a los consumos bajos y que el sistema de bloques que se aplica en la cuota variable no está bien ajustado.

En todo caso, la calidad del agua de las ciudades gallegas es buena en comparación con la de núcleos como Cáceres, Ciudad Real, Zamora, Ávila, Murcia y parte de Alicante, en los cuales el agua del grifo no es potable.

En las muestras de agua, recogidas en otoño, se detectaron trihalometanos, unos compuestos que surgen como reacción de la materia orgánica que transporta el agua sin tratar con el cloro empleado en la planta potabilizadora para su desinfección. Según la OCU, está demostrado que su ingesta en cantidades excesivas y de forma continuada "causa daños hepáticos y renales". Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, dos de estos compuestos, el cloroformo y el bromodiclorometano, son "posiblemente cancerígenos".

El límite de trihalometanos establecido por la legislación vigente es de 150 microgramos por litro. En las seis ciudades citadas lo supera. En otras quince se superan los 100 microgramos/litro, límite recomendado por los expertos para garantizar la protección sanitaria de los consumidores y que será lo máximo permitido a partir de 2009.

La OCU considera "lamentable" la presencia de trihalometanos en el agua de consumo porque ya advirtió en 2002 del problema de estas sustancias y porque la solución consiste en instalar filtros de carbón activo en la planta potabilizadora. Además, califica de "sospechoso" que las distintas Administraciones no se preocupen de facilitar al consumidor "una información actualizada, clara y precisa sobre el origen y el estado del agua que bebe, como obliga la ley". La OCU ha remitido las conclusiones del estudio a las Administraciones competentes.