SANTIAGO DE COMPOSTELA, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Consellería de Política Territorial, Obras Públicas e Transportes valoró hoy la nueva ley estatal del suelo, que calificó de "progresista", aprobada por el Consejo de Ministros porque la considera "necesaria".
Además, recordó que una vez que cumpla su trámite parlamentario y sea aprobada definitivamente, la legislación autonómica "deberá modificarse en algunos aspectos" para ajustarse a la nueva norma estatal".
Una vez que que entre en vigor la ley, según indicó Política Territorial, cambiará el modelo vigente de los últimos 50 años "y el protagonismo que ostentaba el propietario del suelo pasará al ciudadano y a sus derechos en materia de vivienda, servicios públicos y medio ambiente sostenible.
Precisamente, según puntualizó esta consellería de la Xunta, el carácter progresista radica en situar en el centro de atención al ciudadano y no a los agentes directos de la especulación urbanística.
La necesidad de esta ley responde, puntualizó Política Territorial, al encarecimiento "desmesurado" de la vivienda en los últimos años y el consiguiente problema de acceso a un hogar digno y del fuerte endeudamiento de las familias.
"Se pretende poner fin al alto coste de la vivienda que generó la ley aprobada en 1998 por el gobierno del PP", señaló. En concreto, matizó, entre 1998 y 2006 el precio de la vivienda se incrementó un 130% mientras que el del suelo aumentó en un 500%.
PRIORIZAR AL CIUDADANO
La nueva ley dará prioridad al ciudadano y a su derecho a una vivienda digna, para lo que establece un porcentaje mínimo del 25% de vivienda protegida, lo que en el caso de Galicia supondrá un incremento de cinco puntos sobre el 20% actual. De este modo, esta consellería espera incidir sobre el precio de la vivienda permitiendo mejorar la accesibilidad a la misma.
"El modelo de esta nueva ley apuesta por la cultura de la planificación urbanística y por el papel del sector público para garantizar un medio urbano y rural más humanizados", destacó Política Territorial. Además, se incide especialmente en la necesidad de respetar el medio ambiente y el territorio, como "principios básicos" para lograr un urbanismo racional y sostenible.
