VERÍN (OURENSE), 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Mariano Rajoy, exigió hoy al máximo mandatario de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, que explique el "espectáculo" de la admisión a trámite de los proyectos eólicos y que "al propio PSOE no le parecen legales" y asegura que sería "lógico" que revocase la concesión.
En un acto hoy en Verín (Ourense), Mariano Rajoy se refirió al concurso eólico puesto en marcha por la Xunta y censuró la resolución de la comisión de evaluación en la que los funcionarios de las consellerías socialistas abandonaron el órgano argumentando "inseguridad jurídica".
Por otro lado, Rajoy incidió en que el tren de alta velocidad para Galicia es un objetivo básico y una "prioridad irrenunciable" y garantizó que se va a "a seguir dando la batalla por la alta velocidad". "Aquí todo el mundo habla del tren, pero quienes tienen la responsabilidad de llevarlo a buen término no hacen nada y están -en el mejor de los casos- ralentizando los proyectos que llevó a cabo el PP", aseveró.
En este sentido, se refirió a que en 2003 el Gobierno presidido por José María Aznar aprobó el Plan Galicia, entre cuyas obras "más importantes se encontraba la alta velocidad" para Galicia. "De todo aquello no han hecho absolutamente nada más que pintar cifras en los presupuestos y terminar aquellas obras adjudicadas por el PP", sentenció.
RECUEPERAR LOS "CUATRO AÑOS PERDIDOS"
Por ello, aseguró que la "prioridad" del PPdeG se centrará en recuperar los "cuatro años perdidos" por el Gobierno bipartito de la Xunta, para que Galicia "vuelva a estar donde estuvo y conseguir el progreso y la mejora de bienestar y riqueza que tuvo en los años en los que el PP estuvo al frente".
"La historia demuestra que esos cuatro años -si hay un gobierno serio, que se ponga a trabajar, con las ideas claras y fortaleza- se pueden recuperar en muy poco tiempo", manifestó.
En este sentido, Rajoy apeló a que el PP ganó las elecciones autonómicas en Galicia en el año 2005 a un "solo escaño de la mayoría absoluta", y que en ese momento se formó un bipartito en el que "quienes no ganaron las elecciones no hicieron un gobierno, sino dos gobiernos peleados, que discutían en público y en privado e incapaces de establecer un proyecto político para todos los gallegos". "Y así es imposible que las cosas puedan funcionar, porque un gobierno requiere de un orden en su actuación", concluyó.
