Rural.- El sector del vino gallego está desperdiciando el potencial turístico de sus paisajes, lamentan expertos

Actualizado: viernes, 14 marzo 2008 16:03

La Ribeira Sacra se reorienta hacia el etnoturismo sacando partido de la belleza de su viticultura 'heroica' a más de 500 metros

SOBER (OURENSE), 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las potencialidades turísticas de los enclaves paisajísticos donde se cultivan viñedos en Galicia están siendo "desperdiciadas" por el sector vitivinícola gallego, donde erróneamente las marcas imperan en la promoción más que el territorio.

"Eso no está bien", reprueba Ana Aguiar, experta en viticultura y paisaje de la Universidade de Nova Lisboa, y que lamenta que, a pesar de que se suele apuntar a la belleza y singularidad del territorio en el que se asientan los viñedos en Galicia como un elemento "fundamental", finalmente, queda "apartado" de la promoción.

Por estos motivos, destaca el trabajo que en esta dirección está realizando el sector de la Ribeira Sacra, que están reorientando su actividad hacia el etnoturismo, sacando partido de una viticultura que se realiza a más de 500 metros de altura y en pendientes de 30 grados, una dificultad con la que se han ganado merecidamente el calificativo de 'heroica' y que pretenden rentabilizar turísticamente.

Así se lo están dando a conocer en un congreso desde el pasado jueves a más de 200 expertos en viticultura de montaña y fuerte pendiente procedentes, como Ana Aguiar, de Portugal, Francia, Sudáfrica y Estados Unidos, a los que están demostrando 'in situ' que, a pesar sus 2.500 hectáreas de viñedo (el 5,2% del suelo dedicado a vid en Galicia), "son mucho más que vino".

APUESTA POR ETNOTURISMO.

Para sustentar esta afirmación, el presidente del Consello Regulador de la D.O. Ribeira Sacra, Xosé Manuel Rodríguez, reveló que esta extensión de 19 municipios situados a lo largo de las riberas del Miño y del Sil (en el sur de la provincia de Lugo y norte de Ourense) cuentan con la "mayor concentración de patrimonio románico de Europa".

Por ello, estos viticultores han apostado por el etnoturismo que, según augura Xosé Manuel Fernández, será el "bastión sociecononómico" de la comarca. En todo caso, remarca la importancia de la actividad vitícola en esta zonas, la única productiva que se puede realizar en este tipo de pendientes, y que son las que "crean empleo, fijan población y, consecuentemente, permiten que sigan vivas". "Es tan importante conservar este patrimonio (los viñedos) como una iglesia románica", resuelve.

CUNA DE UN GRAN VINO TINTO.

Precisamente, esta es la filosofía de Francisco González, viticultor desde hace 20 años en la Ribeira Sacra y que está convencido de que el sector debe reorientarse hacia el etnoturismo --el mismo tiene una bodega con restaurante-- y que las potencialidades de esta zona para el vino son tales que está destinada a ser la cuna de "un gran vino tinto".

No obstante, para llegar hasta aquí, la apuesta por esta viticultura no sólo fue "heroica", sino "valiente", ya que en la época que el inició esta actividad la zona estaba "prácticamente abandonada" por las sucesivas emigraciones, primero a América, luego a Europa y, como en su caso, a por diferentes territorios de la peninsula.

Finalmente, "con más pasión que interés económico" apostó por un sector en una "tierra digna de ser amada", Amandis, en las que las más de 4.000 horas de sol le están proporcionando una uva de "gran calidad" con la que han ganado varios premios.

"Esto era impensable hace diez años", admite el director xeral de Calidade Agroalimentaria, Antonio Oca, quien elogia la apuesta de estos viticultores --hasta el punto de haber doblado su producción-- por una actividad en la que ahora cuentan con elevadores, pero que hasta hace "bien pocos años" suponía portar sacos de 40 kilos de peso en pendientes imposibles.

Por este motivo, y por su importante tarea "socieconómica" en la comarca al evitar la despoblación y el abandono medioambiental y paisajístico, advierte de que "no se puede permitir" que la OCM del vino "deje de lado" y no priorice a este modelo de viticultura de montaña y alta pendiente.

VITICULOTORES ENAMORADOS DEL PAISAJE.

De cualquier forma, garantiza el apoyo de la Consellería de Medio Rural por esta viticultura, con ayudas a la comercialización y a infraestructuras. Está presupuestada ya una partida a la construcción de railes para cargadores.

En todo caso, y aunque lo considera evidente con la recupeción de la zona desde mediados de los 90, recordó que se trata de productores "enamorados" de su actividad y paisaje, "y, por tanto, no hay manera de que esta viticultura y comarca no vayan hacia arriba".