Destaca que su Gobierno es el "primero que se ha acordado" de promover una ley que establezca una igualdad para la gente del rural
SILLEDA (PONTEVEDRA), 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy la supresión del certificado veterinario con el objetivo de eliminar la desigualdad que este canon representa para las exportaciones españolas en relación a sus competidoras, así como las dificultades que genera para la propia actividad del sector primario.
En su intervención en la Fiesta del Campo organizada por Unións Agrarias en Silleda (Pontevedra), la segunda en la que participa de las cuatro celebradas hasta ahora, Zapatero avanzó que el Consejo de Ministros del próximo viernes "acabará" con lo que calificó como una "carga inútil" para los ganaderos.
Ante más de 13.000 agricultores y ganaderos, el mandatario reconoció las contrariedades que este certificado constituye para las exportaciones y se mostró convencido de que su supresión "facilitará las cosas a los productores". Además, reprobó que, a mayores, este pago "suponía decir que la culpa de las vacas locas era de los ganaderos".
Para Zapatero, este colectivo fue "la verdadera víctima de los problemas que trajo" la encefalopatía espongiforme bovina para el ganado y, por todo, puso en valor la previsión de su Gobierno de suprimir definitivamente el certificado que tenían que asumir los ganaderos para colocar las vacas en el matadero. "A partir del viernes, se acabó", enfatizó.
TRABAJO DEL MAPA.
Además, aprovechó para aludir a otras medidas promovidas en materia de desarrollo rural y el propio trabajo de la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, presente en las gradas del público, para permitir a los profesionales "producir en condiciones de competitividad tanto en el ámbito ganadero como en el de la agricultura". "Elena lo hace y lo sabrá hacer muy bien", aseveró.
Así, destacó la equiparación del régimen de seguridad social agraria por cuenta propia al de los autónomos, especialmente ante la inminente entrada en vigor del Estatuto del Trabajador Autónomo en octubre, "gracias a una forma de gobernar: la del acuerdo, el diálogo con los sindicatos y los empresarios". "Debemos seguir facilitando posibilidades a la agricultura y a la ganadería competitiva para que se pueda vivir donde se quiera", añadió.
Para ello, asumió que "no puede ser que haya ciudadanos de primera y de segunda, todos tienen los mismos derechos", y destacó el hecho de que su Gabinete haya sido el primero en promover una Ley de Desarrollo Rural, que el próximo viernes será aprobada definitivamente para garantizar en infraestructuras, equipamientos y servicios "un mismo nivel de prestaciones en el medio rural que en el urbano".
Para su puesta en marcha, Zapatero apeló a la colaboración de las comunidades autónomas, a las que garantizó "recursos" de un Gobierno que, insistió, constituye el "primero que se ha acordado de establecer una igualdad para la gente que vive en el medio rural".
SINDICATOS.
Previamente había tomado la palabra el secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien aprovechó para aludir a cuestiones de actualidad como la quema de fotos de El Rey por parte de "una minoría ínfima que no representa nada, ni siquiera a sí mismos", o la intención del presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares, de "rogar a Dios por El Rey". "Haría mejor levantando el teléfono interior de su emisora y decirle que dejen ya el 'racaraca' contra El Rey", aseveró.
De igual modo, aprovechó para demandar una subida aún mayor de las pensiones mínimas y advertir de problemas a los que tiene que hacer frente el sector primario como las deslocalizaciones, que a su juicio se podría combatir con una política agraria comunitaria "reforzada" que defienda la cohesión social y el reconocimiento del papel agricultores.
Por su parte, el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, coincidió en la necesidad de "concienciar a la sociedad del trabajo" que aporta este colectivo y de prepararse para "ataques que vienen constantemente", entre los que aludió a los de los ecologistas que les imputan los incendios o los "especuladores de las grandes multinacionales".
