Aseguran que la empresa ya les ha manifestado su voluntad de negociar posibles indemnizaciones
VIGO, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los sindicatos con representación en el comité de empresa de la planta de la multinacional farmacéutica AstraZéneca en O Porriño (Pontevedra) manifestaron hoy que cuando la compañía les comunicó su puesta en venta reaccionaron con "sorpresa", debido a que la planta da "beneficios", por lo que, concretamente la CIG, estudia llevar a cabo movilizaciones.
En declaraciones a Europa Press, el representante de la CIG en el comité de empresa, Alberto Gonzálvez, explicó que la empresa les anunció ayer que buscaba un comprador para las instalaciones y que daba de plazo hasta el 31 de enero de 2009. En caso que no apareciesen interesados, el grupo anglosueco cerraría la planta, donde trabajan 113 personas.
El sindicalista manifestó que la prioridad en este momento es "la defensa de los puestos de trabajo", al tiempo que juzgó "impresentable" el comportamiento de la empresa, que está dando "unos beneficios enormes". "Esto no se entiende, sólo en la teoría de que quieren ganar mucho más", sentenció.
Por ello, aseguró que los trabajadores tomarán "medidas" en la defensa de sus intereses, y se mostró favorable a convocar movilizaciones, si bien puntualizó que este extremo deberá ser apoyado por los afectados en asamblea.
"DESLOCALIZACIÓN"
Gonzálvez consideró un "error" que en los últimos años la empresa decidiera reducir la actividad que se desarrollaba en O Porriño, puesto que antes también se producía en este centro de envasado y distribución. El representante de la CIG consideró que esta cuestión pudo haber afectado, y precisó que, en el encuentro de ayer, la compañía les expuso que "no hacen falta" porque la actividad que actualmente desempeñan se puede llevar a otras plantas de Inglaterra y Suecia sin que esta "deslocalización" suponga costes adicionales.
Además, aseguró que hace unos seis meses hubo que rebajar la actividad alrededor de un 10 por ciento debido al impacto de medicamentos genéricos. "En todo caso, no esperábamos una medida tan drástica y agresiva como la anunciada ayer", aseguró.
El sindicalista criticó la premura de este reajuste interno de la compañía, dado que "si buscan un comprador lo normal es que lo hicieran antes y no que avisen con unos dos meses de antelación", afirmó.
NEGOCIACIONES
Por su parte el representante de UGT José Carlos Casal, explicó a Europa Press que, además de buscar un comprador, la empresa también ha manifestado su voluntad de comenzar a negociar posibles indemnizaciones o algún otro tipo de solución para la plantilla.
Así, afirmó que "el comité -del que UGT tiene mayoría_está muy sorprendido y afectado porque no contaba con esto". Casal recordó que hace un año se había negociado en Madrid un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para más de 130 personas y "en aquel momento se dijo que a O Porriño no se le iba a tocar".
En todo caso, aseguró que una vez que el comité "digiera un poco esta sorpresa, tomará medidas".
POSIBLES COMPRADORES
En cuanto a la aparición de un posible comprador, Casal destacó que la factoría "tiene atractivo porque cuenta con personal especializado", de todas formas, se mostró cauto y se preguntó si, debido a la situación generada en el sector por el impacto de los medicamentos genéricos, "el sector farmacéutico querrá comprar una planta".
Por su parte, Alberto Gonzálvez dudó de que "otra empresa quiera ésta tal y como está ahora", ante la posibilidad de que la compradora decidiera reducir la actual plantilla o diseñar otras "medidas traumáticas".
