SANTIAGO DE COMPOSTELA, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el vicepresidente del Ejecutivo, Anxo Quintana, mantendrán mañana un encuentro en la residencia oficial de Monte Pío para acercar posturas ante el nuevo ejercicio político tras las fricciones suscitadas por la incógnita de un posible adelanto electoral.
De este modo, el encuentro tendrá lugar tras la reunión semanal del Consello de la Xunta, según ratificaron a Europa Press fuentes gubernamentales, quienes enmarcaron en la "absoluta normalidad" el encuentro, cuya hora "no se ha concretado" todavía.
La reunión de mañana fue anunciada la pasada semana por el presidente de la Xunta a las 24 horas de que confirmase ante los medios que no habría adelanto electoral, de lo que fue informado Anxo Quintana poco antes del anuncio en público sin que el equipo de Touriño se hubiese puesto en contacto con el nacionalista previamente para informar de esta situación.
De hecho, la incertidumbre del adelanto de los comicios que se produjo durante el verano, en que dirigentes socialistas dieron por hecho que no se iba a agotar la legislatura, provocó que en las filas nacionalistas se activase la maquinaria electoral y comenzasen críticas a las áreas del Gobierno bipartito socialistas para evidenciar una diferenciación.
Asimismo, el PSdeG también inició movimientos en este sentido y se repitieron críticas a las áreas gestionadas por el Bloque y, en concreto, al desarrollo de la Ley de Dependencia, la materia que depende del líder nacionalista. Por su parte, el BNG mostró su desacuerdo con el Plan Galego de Acuicultura, que se aprobó en el pasado Consello de la Xunta con la oposición de los nacionalistas.
En este contexto, el máximo mandatario autonómico anunció, después de admitir que había evaluado el adelanto electoral, que el Gobierno gallego acabará la legislatura y apeló a todos los partidos políticos a bajarse del autobús y a abandonar los "tambores electorales".
OTRAS DIFERENCIAS
Así, mañana Touriño y Quintana mantendrán una reunión que, según fuentes gubernamentales, está dentro de la "normalidad", pero después del malestar originado en los nacionalistas, tal y como ocurrió en septiembre del pasado año por las diferencias surgidas en el bipartito por los costes para implantar la Red de Transporte Adaptado.
Esta coincidencia de las fechas hace que en esta ocasión también esté pendiente la negociación de los presupuestos de la Comunidad gallega, que serán los últimos que deberán aprobar PSdeG y BNG antes de los comicios del año próximo.
