El alto tribunal gallego estima el recurso del condenado, que cuestionaba la imparcialidad de las juzgadoras
VIGO, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha estimado el recurso interpuesto por la defensa de C.I.P., un ciudadano portugués que fue condenado por la Audiencia de Pontevedra por intentar asesinar a su mujer en un hotel de Vigo, y ha anulado la sentencia, ordenando la repetición del juicio.
Según han informado fuentes del TSXG, el recurso de apelación presentado cuestionaba la imparcialidad objetiva de las magistradas de la sección cuarta de la Audiencia, que juzgaron este caso y dictaron sentencia condenatoria: 11 años y 4 meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa.
Estas juezas, tal y como recoge la sentencia del TSXG, ratificaron, hasta en dos ocasiones, la prisión provisional del encausado, por lo que entiende que "entraron en contacto con el material de instrucción, expresando y valorando su contenido".
Así, el alto tribunal gallego considera "justificadas" las dudas sobre la imparcialidad, y ha ordenado la devolución de las actuaciones a la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra para un nuevo enjuiciamiento de la causa, con una nueva composición del tribunal.
HECHOS
Los hechos por los que fue juzgado este hombre se remontan al 2 de mayo de 2016, cuando el acusado y su mujer se encontraban en la habitación de un céntrico hotel de Vigo. La Fiscalía señaló, en su escrito de acusación, que C.I.P. se acercó a su pareja por detrás, provisto con una maza, y que la golpeó en la cabeza varias veces con el ánimo de acabar con su vida.
La mujer pudo abrir la puerta de la habitación y pedir auxilio, y el hombre, que fue detenido, ingresó en prisión provisional por acuerdo del 6 de mayo de 2016 del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo.
Por estos hechos, la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra lo condenó a 11 años y 4 meses de prisión por asesinato en grado de tentativa. También resolvió el tribunal que debía indemnizar a su mujer en 16.000 euros, y le prohibió aproximarse o comunicarse con ella durante un período de 18 años.
