Educación pide flexibilización, opcionalidad e incidir en lo impartido presencialmente, para así amortiguar el impacto de la crisis sanitaria
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Opcionalidad, flexibilización y homogeneidad de criterios: estas serán las bases que marcarán la evaluación de los universitarios gallegos este cuatrimestre. Así se lo ha solicitado este martes la conselleira de Educación, Universidade e Formación Profesional, Carmen Pomar, a los tres rectores de estas instituciones durante un encuentro telemático.
La titular del ramo ha dejado clara la postura de Xunta al respecto de la evaluación y de los exámenes de los alumnos de la educación superior: las universidades tienen que unificar criterios, acercar posturas y hacer coincidir calendarios y modelos de pruebas lo máximo posible.
Esta homogeneización tendrá que estar aún más presente en las titulaciones que se imparten en diferentes campus. Al respecto, la titular de Educación ha pedido que se pongan en común y se busque la máxima coincidencia tanto en los modelos de examen como en las fórmulas de evaluación virtuales.
El objetivo es intentar amortiguar lo máximo posible las consecuencias de la crisis sanitaria y la suspensión de las clases en el alumnado gallego, con una fórmula similar en la educación no universitaria. Es decir, incidir y tener en cuenta los contenidos impartidos presencialmente y apostar por la evaluación continua.
Pomar ha animado a los rectores a llevar parte de la carga de exámenes a los meses de julio y septiembre, siempre y cuando sirva para evitar "la acumulación y saturación de los estudiantes".
Esta filosofía coincide, además, con las recomendaciones trasladadas durante la reunión entre las comunidades autónomas y el ministro del ramo, Manuel Castells, en a que se pidió establecer unos "criterios generales" de evaluación no presencial en las universidades.
En este sentido, se pidió apostar por "soluciones académicas alternativas a las pruebas tradicionales presenciales" (preguntas tipo test, orales o casos prácticos), pero "siempre contando con el uso de recursos metodológicos, tecnológicos e informáticos".
UNA FILOSOFÍA COMPARTIDA
La Xunta y las tres universidades ya habían dado pasos previamente en este sentido, tras mantener diversas conversaciones y encuentros de coordinación.
De momento, las universidades de Santiago de Compostela y A Coruña cuentan ya con sus consellos de goberno convocados (Vigo lo hará en pocos días más) para abordar la evaluación y la parte final del curso académico.
A pesar de ello, el rector compostelano, Antonio López, ha destacado que no existen "grandes diferencias" entre las actuaciones de las tres instituciones en este sentido.
En declaraciones a Europa Press, López ha asegurado que están "en un nivel razonable de homogeneidad" y en que la evaluación de este último cuatrimestre debe ser "adaptada, flexible y teniendo en cuenta las circunstancias especiales" del alumnado.
Las tres universidades trabajan, asimismo, con un calendario de evaluación que modifica "mínimamente" el previsto inicialmente, aprovechando los meses de junio y julio, y que permitirá llevar a septiembre la presentación de trabajos de fin de máster.
También existe coincidencia en la apuesta "clara por ir a fórmulas de evaluación no presencial", ha asegurado, aunque en la USC se plantea algún caso "excepcional" que irá acompañado de un informe justificativo.
RECHAZO AL PRIMER BORRADOR DE ABAU
La Consellería de Educación también ha trasladado este martes a los rectores su rechazo a la primera propuesta de la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG) para el modelo de examen de la selectividad.
Educación pidió al organismo interuniversitario "que flexibilice aún más" el modelo de exámenes para mejorar la opcionalidad de las pruebas, pero manteniendo un tipo de ejercicios "similar" al de otros años.
