Úrsula Martínez, investigadora gallega confinada en USA: "Me preocuparía ponerme enferma aquí"

Úrsula Martínez, Investigadora Gallega Que Vive En Estados Unidos, En Tampa (Florida)
Úrsula Martínez, Investigadora Gallega Que Vive En Estados Unidos, En Tampa (Florida) - CEDIDA-ÚRSULA MARTÍNEZ
Publicado: jueves, 9 abril 2020 12:51

   Exmiembro de la unidad de tabaquismo de la USC, anima a aprovechar el confinamiento para "dejar de fumar" igual que se aprende a cocinar

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Úrsula Martínez (Pontevedra, 13 de noviembre de 1985) vive en Tampa, en el estado de Florida (USA) desde hace cuatro años, previo paso por Australia. Es investigadora en el área de tabaquismo en un hospital en el que trata casos de cáncer y, de hecho, se formó en el equipo del profesor Elisardo Becoña, en la Universidade de Santiago de Compostela, donde estudió la rama clínica de la carrera de Psicología.

   A sus 34 años, esta joven pontevedresa asegura que está "acostumbrada" a estar sin compañía, puesto que se fue sola a Estados Unidos y dedica muchas horas a su trabajo. Cuando llegó, no tenía "ni dinero, ni amigos", así que el confinamiento "poco" ha cambiado su rutina diaria, pegada al "ordenador" y al análisis de datos.

   No obstante, reconoce que la situación derivada de la crisis del coronavirus ha trastocado algunos de sus planes personales, ya que, por ejemplo, tenía previsto volar en julio a España para ver a su familia y amigos, y ahora está todo en el aire. En la cuestión sanitaria, reconoce que le "preocupa" ponerse enferma en Estados Unidos por la debilidad del sistema sanitario y de una red de soporte social.

   "No van a dejar caer (a la gente), pero el sistema implica que muchos no se podrán pagar los tratamientos y se van a quedar muy endeudados. Será un impacto a nivel económico. La salud en América no es maravillosa y al tener problemas de salud asociados, puede que se vaya a notar más aquí que en otros sitios", ha señalado Martínez Pradeda, que diseña y evalúa programas para dejar de fumar y trabaja con poblaciones específicas, como pacientes con cáncer.

   Y a la pregunta de si está preocupada por el sistema sanitario de Estados Unidos, ha respondido: "me preocupan dos cosas; mucha gente ha perdido su trabajo y, por lo tanto, su seguro médico. Si no tienes trabajo, no tienes médico, por lo que entonces es un problema grave que la gente se contagie. Tendrán que recurrir al 'Obama care -Ley de Cuidados de la Salud Asequibles-', que creo que no es lo ideal".

   Por otro lado, "si te contagias y das positivo", los tratamientos te los tienes que pagar". "Además, aquí no hay bajas laborales o son muy limitadas. Por lo que si estás enfermo y no puedes trabajar te quitan tus días de vacaciones. Cuando estos se acaban empiezan a no pagarte", ha explicado, en relación a la cascada de dificultades añadidas que supone una enfermedad.

   "Si coges el virus, pierdes dinero, vacaciones y no sé cómo funciona el sistema sanitario aquí. No tengo mucha experiencia, porque intento hacer todas mis revisiones médicas en España. La poca experiencia que he tenido no ha sido buena", ha indicado. "Me preocuparía bastante ponerme enferma aquí por todos estos motivos", ha reconocido Martínez, quien ha asegurado que pese a que inicialmente llegó a pensar que al ser un sistema privado no habría listas de espera, para tener una cita con el médico de cabecera "tienes dos meses de espera". "Y no te dedican más tiempo, ni te tratan mejor que en Espana", ha asegurado.

ESTUVIERON UNA SEMANA PREPARÁNDOSE

   En el hospital en el que trabaja, cuyo nombre prefiere preservar para que no se vincule su opinión con el centro, estuvieron preparándose para el confinamiento, que no es total, con una semana de antelación. "Aquí son recomendaciones; por ejemplo, han cerrado las playas pero no el paseo marítimo", ha relatado, con respecto a la ciudad donde reside.

   "Las medidas dependen de cada estado, por eso varían tanto las medidas que se toman de un estado a otro. Florida ha sido uno de los más laxos y lo que preocupa es cómo va a afectar esto a las personas mayores, ya que es un estado en que la mayoría de la población son personas retiradas", ha explicado la científica, quien ha indicado que "ahora el problema es que todo el mundo está concentrado" en los lugares que se han dejado abiertos, al margen de que se pueden seguir haciendo actividades como salir en barco, en kayak... Por otro lado, los restaurantes están cerrados, pero apoyan que la gente siga pidiendo a domicilio en los establecimientos locales para evitar "el colapso económico".

   De nuevo sobre su trabajo, ha explicado que en el hospital donde trabaja habían seguido "lo que pasaba en el resto del mundo y sabían que iba a llegar". "En mi caso concreto estábamos preparados, sabíamos que podía pasar (el confinamiento), así que nos dieron una semana para que la gente empezase desde casa a trabajar, facilitaron portátiles, teléfonos y acceso remoto, y se establecieron protocolos de qué se puede hacer y cómo se puede mantener la confidencialidad", ha relatado.

   Además, ha recordado que la mayor parte de los investigadores trabaja con proyectos y financiación del Gobierno, por lo que también se buscaron alternativas para "no despedirlos" y se elaboró un listado de proyectos que estaban en marcha y cómo se podían adaptar para poder seguir y que esto causase el menor impacto posible, no solo en la investigación, sino también para mantener a los trabajadores empleados.

   "En mi caso, tengo que analizar datos y escribir y, en el proyecto de pacientes con cáncer, en lugar de verlos en el hospital, los llamo por teléfono y contacto a través de email", ha explicado. "Probablemente mi vida diaria no cambió demasiado. Casi todo el día estoy delante de un ordenador, no tengo hijos y no me supone un problema en ese sentido. No me afectó muchísimo", ha dicho.

   Lo que peor 'lleva' es estar "lejos de la familia". "Viendo los afectados que hay en España y que mi familia está ahí, me preocupan las noticias. La gente que a mí me importa está ahí (por España) y tengo cierto sentimiento de culpabilidad por no poder estar cerca. Me pregunto si debí haberme ido y cómo sería si no estuviese lejos", ha reflexionado Úrsula Martínez, quien ha indicado que "espera" poder reencontrarse con su familia en el mes de julio. En lo profesional, perdió su asistencia a un congreso en Nueva Orleáns a finales de marzo: "aunque el congreso no se canceló, el hospital ya no me dejó ir".

   La investigadora gallega sostiene que "las cosas llevan su tiempo" y que encontrar una vacuna "no será de un día para otro". "No me dedico a esto, pero por lo que les he escuchado a mis compañeros que sí lo hacen, llevará mínimo uno o dos años. No van a ser en meses", ha señalado Martínez, quien ha apelado a que "la gente tiene que ser responsable y quedarse en casa".

   A su juicio, se ha tardado "demasiado en hacer un confinamiento para evitar que no afectase a la economía, pero, al final, como el resto de países, se ha tenido que hacer", y ha agregado, no se está llevando a cabo "bien". "La gente sale a pasear. Hasta que no se imponga como en España el 'no salgas de casa', esto no va a parar", ha advertido.

DEJAR DE FUMAR, "UN BUEN MOMENTO"

   En España se han dejado abiertos los estancos. "¡Ah!, eso no lo sabía!", se muestra sorprendida la experta en ayuda psicológica para dejar de fumar, que considera que "siempre es buen momento para dejar de fumar".

   "Mucha gente está aprendido a tocar el violín o a cocinar nuevas recetas, así que ¿por qué no intentar dejar de fumar?", ha propuesto la investigadora, quien ha advertido de que "es peligroso tener los estancos abiertos, porque con el aumento del estrés, gente que ha dejado de fumar, puede recaer". "Me preocupa, estás dando acceso a gente que haya dejado de fumar para que recaiga", ha explicado.

   Así, ha sostenido que ahora que estamos viviendo uno de los mayores problemas de salud pública, es "un buen momento para plantearse cambios en los estilos de vida que tienen impacto en nuestra salud". Se ha mostrado segura de que si alguien quiere dejar de fumar, se puede poner en contacto con la unidad de tabaquismo de la USC o preguntar a sus farmacéuticos, que le ayudarán a iniciar el proceso.