La Xunta "no descarta" la vía judicial para determinar si Brenntag almacenaba determinados productos químicos tóxicos

Actualizado: martes, 5 septiembre 2006 21:41

Los técnicos de Medio Ambiente constatan la existencia en el agua de derivados del benceno

CALDAS DE REIS, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

El director xeral de Desenvolvemento Sostible de la Consellería de Medio Ambiente, Emilio Fernández, advirtió hoy de que "no es descartable" que la Xunta recurra a la vía judicial para determinar si Brenntag contaba con todos los permisos para almacenar los productos químicos que atesoraba en la nave que el pasado viernes se incendió en Caldas de Reis (Pontevedra) y que provocó un vertido tóxico en el río Umia.

En una comparecencia ante los medios de comunicación en la localidad pontevedresa, en la que intervino junto a los técnicos que se encargan del seguimiento del derrame, Fernández aseguró que, tras el accidente ecológico, se habían detectado "cantidades importantes de etilbenceno y compuestos del benceno", frente a la negativa de la multinacional alemana, que rechaza esta posibilidad.

Sin embargo, el alto cargo aseveró que la Xunta "no va a entrar en ningún debate con la empresa, porque es seguro que ese debate se extenderá a lo largo de mucho tiempo y en otros foros, incluso judiciales". Con todo, insistió en la presencia de los productos tóxicos en el agua, junto con otros disolventes químicos que, según él, fueron corroborados en los análisis practicados.

"Estoy seguro de que esto --en referencia a la existencia de determinados productos químicos en la empresa-- se va a debatir en semanas y meses y, desde luego, de ninguna manera no es descartable la vía judicial", confirmó.

VIGILANCIA

Por su parte, a día de hoy, en la factoría de Brenntag permanece operativo un dispositivo de vigilancia con guardias jurados para evitar que ninguna persona se acerque a las instalaciones reducidas por la acción del fuego.

Los bomberos también permanecen en la zona para apagar los rescoldos que, en ocasiones, siguen ardiendo, puesto que en la factoría continúan restos químicos y disolventes derivados del petróleo. Aún así, la gasolinera que está colinda con la planta sigue trabajando y recuperó plenamente la normalidad, tras haber tenido que ser cerrada y desalojada el día del accidente.