Pesca.- La ensenada de Baiona estará desde mañana de nuevo abierta al marisqueo al recuperar la calificación de zona B

Actualizado: martes, 24 abril 2007 21:47

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los mariscadores de la ensenada de Baiona podrán retomar mañana la actividad extractiva, después de que el Instituto Tecnolóxico del Mar (Intecmar) decretase hoy una resolución por la que recupera la consideración de zona B, que permite vender en material en fresco, tras un proceso de depuración.

Según informaron fuentes de la Consellería de Pesca, la situación responde a la evolución experimentada en la ensenada, después de que los muestreos realizados en los últimos meses llevase al Intecmar el pasado 9 de abril a incluirla en las áreas consideradas zona C, que no permiten vender en fresco y exigen retirar el marisco a un área limpia un tiempo mínimo de dos meses, o dedicarlo a la transformación.

Además, la resolución del Intecmar de hace dos semanas no sólo afectó a Baiona, ya que también incluyó a Placeres, en el fondo de la ría de Pontevedra --que en diciembre había pasado a zona B provisional--, a la parte externa de la ría de A Coruña y a la interna y la externa de la de O Burgo, en la que, no obstante, actualmente tiene lugar un plan de trabajo de la Consellería de Pesca en el que participan las mariscadoras.

La clasificación deriva de la orden del 8 de septiembre de 2006 dictada por el departamento de Carmen Gallego sobre la producción de moluscos bivalvos y otros invertebrados, que dividió las áreas de producción en zonas A --las más limpias, que permiten vender en fresco tras la extracción--, zonas B --que requieren un proceso de depuración para vender en fresco-- y zonas C --que no permiten vender en fresco--.

Este proceso derivó de las normativas europeas que entraron en vigor en enero de 2006, que determinan la clasificación en función calidad de las aguas y que llevó a la consellería a multiplicar los puntos de muestreo. Esta decisión permitió una mayor localización en el análisis de cada ría, para evitar cerrarlas en su totalidad, y, además, las zonas C se vieron reducidas a un 50 por ciento.