Innova.- Una empresa con capital danés abrirá este año la primera planta de biocombustible a partir de algas de Baleares

Actualizado: domingo, 1 junio 2008 12:36

Estudia los principales focos de CO2 para construir su planta de producción en las proximidades, aunque la sede estará en Parc Bit

PALMA DE MALLORCA, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

Una empresa con capital danés se dispone a abrir, a lo largo de este mismo año, la primera planta de producción de biocombustible a partir del cultivo de microalgas de las Illes Balears, lo que constituirá una importante innovación en este campo, ya que no repercutirá en el incremento del precio de los alimentos, como ha sucedido con el biodiesel elaborado a partir de cereales.

Según explicó, en declaraciones a Europa Press, el director de Parc Bit, Vicenç Matas, la nueva empresa instalará su sede en este parque tecnológico, pero la planta elaboradora se ubicará en otro punto de la isla, preferentemente cerca de un importante foco de emisión de dióxido de carbono (CO2), ya que es un elemento que necesitan las algas que emplearán para desarrollarse.

Matas, que rehusó identificar por el momento a la compañía que emprenderá esta iniciativa --que ya cuenta con antecedentes en la península--, se limitó a indicar que está impulsada por inversores daneses afincados en Mallorca y que, según las previsiones, el convenio para la instalación de su sede central en el Parc Bit quedará firmado a lo largo de la primera quincena de junio.

La compañía se ha marcado un plazo de, al menos, seis meses para realizar un estudio que le permita establecer dónde será "apropiada" la instalación de su planta de producción de biodiesel, para lo que analizará los diversos enclaves que considera, a priori, más aptos para ello, entre los que destacan la incineradora de Son Reus, la central eléctrica de Es Murterar y la planta de producción de cemento de Lloseta.

La obtención de biocombustible a partir del cultivo de microalgas se basa en la interrelación de los principios de la fotosíntesis con las ondas electromagnéticas de la energía solar. Y, como su principal alimento es el CO2, necesitan recibirlo en ingentes cantidades a través de tuberías --si hay fuentes emisoras en las proximidades de la planta de producción--, o bien, mediante bombonas.

En realidad, esta tecnología consiste en la creación de unos circuitos cerrados en los que, combinando agua --ya sea salina o dulce--, así como luz y determinados nutrientes; elementos con los se multiplica la producción de estos microorganismos --denominados algas oleicas--, en un proceso en el que se transforma ese CO2 en oxígeno y que es inverso al que se emplea para obtener combustible a partir de plantas.

HASTA TRES GRAMOS POR LITRO DE AGUA

De cada litro de agua empleado en este proceso se obtienen entre dos y tres gramos de biomasa, dependiendo de la oleicidad de las algas obtenidas en la operación. Y, de cada kilogramo final, un 65 por ciento es aceite apto para el uso como biocarburante, mientras que el 35% restante es un subproducto proteínico que se puede emplear en la elaboración de alimento para animales.

El resultado de todo ello es, según expuso la empresa a Parc Bit, la obtención de un biocombustible que no contamina, no emite azufre y, además, sirve para reciclar un agente contaminante que hasta ahora se emite a la atmósfera, el dióxido de carbono, que es uno de los principales gases que producen el efecto invernadero, junto con el vapor de agua (H2O), el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4), y el ozono (O3).

UNA FASE EXPERIMENTAL Y LUEGO A GRAN ESCALA

Según el anteproyecto presentado al Govern, la compañía impulsora de la planta de biodiesel a partir de microalgas pondrá en marcha la iniciativa en dos fases, de las cuales la primera consistirá en la construcción de un laboratorio de unos 300 metros cuadrados, que se ubicará en terreno rústico y que deberá ser recalificado --en razón a su interés por social-- por la Comisión de Urbanismo del Consell.

Esa fase tendrá un coste de unos dos millones de euros y permitirá emplear a unas 30 personas, según las previsiones; mientras que, la segunda, supondrá realizar el proyecto a gran escala, con unas instalaciones que ocuparán del orden de 20.000 metros cuadrados, que darán trabajo al doble de personas y que tendrán un coste estimado de 10,5 millones de euros, que se intentarán obtener en parte mediante ayudas públicas.