El 18,7 por ciento de las familias de Baleares vive en la pobreza

Actualizado: jueves, 6 noviembre 2008 21:02

PALMA DE MALLORCA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

El 18,7 por ciento de las familias de Baleares vive por debajo del umbral de la pobreza, una tasa inferior a la media estatal, que refleja que el 20 por ciento de los hogares españoles vive en condiciones precarias, según se desprende del Observatorio de la Realidad ante la Crisis elaborado por Càritas Mallorca.

En concreto, la precariedad es islas se inscribe dentro de la denominada "pobreza transitoria", donde la fluctuación de las rentas, por motivos laborales, hacen que las familias sean mucho más vulnerables ante situaciones de pobreza. Càritas señala en su informe que durante el primer trimestre de 2008 han aumentado las demandas de ayuda directa en un 19 por ciento, mientras que en el segundo trimestre crecieron en un 25 por ciento.

En consecuencia, la organización ha aumentado el reparto de ayudas un 29 por ciento durante los primeros tres meses de 2008 con respecto de 2007, ayudas repartidas entre nuevas y antiguas familias. Por otra parte, los programas sobre orientación laboral, inmigración, acogida y atención primaria y familia son los que han tenido la mayor repercusión entre los usuarios.

En su informe, Càritas advierte de la disminución de las ofertas de trabajo frente al aumento de las demandas de empleo en un 88 por ciento respecto al 2007, especialmente de hombres que han perdido el trabajo. Además, las empresas demandantes de trabajadores exigen una mayor cualificación para los puestos existentes. A todo ello se suma que este año la temporada turística ha terminado antes que finalizara agosto para muchos trabajadores.

LOS INMIGRANTES, LOS MÁS VULNERABLES

La crisis se ensaña especialmente con la población inmigrante, que han visto reducidas las ofertas de trabajo. A la vez, Càritas ha detectado un aumento de la demanda de ayuda de personas que tiene regularizada su situación, así como de mujeres que precisan un trabajo después de que sus maridos se hayan quedado en paro.

La falta de un contrato en regla les dificulta la renovación de los permisos de trabajo y residencia, lo que provoca, en consecuencia, muchas dificultades para poder enviar dinero a casa. Los sectores que ven mermadas las posibilidades de trabajo son sobre todo empleadas del hogar y atención a personas dependientes. Así, también han aumentado las personas que demandan regresar a sus países de origen.