Las acciones humanas amenazan la estabilidad de las redes de interacción entre las especies, según un estudio

Publicado: miércoles, 8 abril 2020 19:03

PALMA DE MALLORCA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de investigadores de la Universitat de les Illes Balears ha reclamado "medidas urgentes" para abordar el cambio biológico a gran escala y proteger las interacciones entre especies que sustentan la vida en la Tierra, "bajo el riesgo de empujar ecosistemas enteros fuera de sus zonas seguras".

La alteración "a toda velocidad" por parte de las acciones humanas, conformando "un cambio biológico global muy tangible" es una de las principales conclusiones de un trabajo, con participación de científicos del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea, CSIC-UIB), en el que se analiza ampliamente la biodiversidad y algunas de sus amenazas, como el cambio climático, las invasiones biológicas, la pérdida de especies, la fragmentación del hábitat y la sobreexplotación de los recursos.

Según ha explicado la investigadora del CSIC en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) y una de las autoras del estudio, Anna Traveset, se han recopilado las evidencias que demuestran que la mayoría de los motores del cambio global, como el aumento de la temperatura, las invasiones biológicas, la pérdida de biodiversidad, la fragmentación del hábitat y la sobreexplotación de los recursos, tienden a simplificar las redes tróficas al concentrar el flujo de energía a lo largo de menos vías, lo que amenaza, no solo a especies individuales, sino también a la persistencia de la comunidad a largo plazo.

En este trabajo, que han publicado en la revista Web Ecology, y en el que colaboran también científicos de la Universidad de Coimbra (Portugal) y de la Oregon State University (EEUU), los científicos han llevado a cabo una revisión de varios estudios sobre la vulnerabilidad de las redes tróficas ante diferentes motores del cambio global.

Se trata de un análisis del estado de las redes a nivel mundial, su capacidad para resistir amenazas externas y las señales de alerta temprana de un eventual derrumbe. La señal más importante es la simplificación de la red trófica. Una red simplificada no es solo una con menos nodos (especies), sino también aquella en la que faltan muchas de las interacciones (conexiones) que se daban en las condiciones originales.

Según la investigadora, un ejemplo muy ilustrativo de un potencial colapso de la red se encuentra en la pesca. La fuerte presión sobre especies de mayor tamaño de forma continuada afecta a los niveles tróficos inferiores. Se produce, por tanto, un efecto en cascada y la red completa se va alterando mucho hasta que el ecosistema deja de funcionar de forma estable.

Para Traveset, el gran desafío es mantener las redes tróficas lo más estables posible porque, a partir de un determinado umbral, pueden desencadenarse cambios bruscos en las comunidades, a veces sin previo aviso, con consecuencias importantes para los humanos y difíciles o imposibles de revertir.

La investigadora ha indicado que se debe reducir "con urgencia" la destrucción de los hábitats, el cambio climático y la transmisión de especies invasoras de un sitio al otro del planeta.

"Si nos llevamos por delante especies, también lo hacemos con todas sus funciones y, por tanto, la máquina no funcionará tan bien o, simplemente, dejará de funcionar", ha concluido.