Acusado de matar a otro en el antiguo Delfinario de Ses Salines admite los hechos pero asegura que no quería matarle

Juicio a un hombre por de matar a otro en el antiguo Delfinario de Ses Salines.
Juicio a un hombre por de matar a otro en el antiguo Delfinario de Ses Salines. - EUROPA PRESS

Actualizado: lunes, 30 septiembre 2019 13:31

La Fiscalía ha cambiado la tipificación de los hechos de asesinato a homicidio y rebaja su petición de pena de 18 a nueve años

PALMA DE MALLORCA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

   P.B., un hombre de 52 años acusado de matar a otro hombre de 57 años en el antiguo Delfinario de Ses Salines de Sant Jordi (Sant Josep de Sa Talaia, Ibiza) en marzo de 2017, ha admitido este lunes los hechos pero ha asegurado que su intención no era matarle. La Fiscalía ha rebajado su petición de pena inicial de 18 a nueve años pues aprecia que el procesado sufre un trastorno mental.

   Ante el Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Baleares, el hombre, que residía en el edificio abandonado del delfinario, ha admitido que golpeó al otro con una barra de hierro en diversas ocasiones, aunque, tal como ha dicho, "no sabía" dónde le golpeaba porque "estaba oscuro".

   Según ha relatado, él y la víctima tuvieron una discusión previa en la que, según ha asegurado, ésta le amenazó con un martillo.

   Tras esto, ha admitido que cuando la víctima estaba durmiendo fue a atacarle pero que, en seguida, "saltó" hacia él. Además, ha asegurado que cuando se dio cuenta de lo que había pasado se quedó en 'shock'. "No tenía antecedentes, he viajado por el mundo y nunca he tenido un problema", ha dicho.

   Aunque en su escrito de acusación inicial el Ministerio Fiscal solicitaba una pena de 18 años de cárcel por asesinato, ha cambiado la tipificación de los hechos de asesinato a homicidio.

   Así, ha rebajado su petición de pena a nueve años, ya que aprecia un trastorno mental en el acusado y, entre otras consideraciones, sostiene que no tenía intención de acabar con su vida.

   Durante el juicio, uno de los guardias civiles que instruyó el caso ha manifestado que cuando llegaron al lugar del crimen, el sospechoso, y otra persona que también vivía ahí, estaban presentes. Ahí, el acusado les explicó que la víctima había caído por la ventana y se había golpeado con un depósito de agua. Más tarde, ya en sede policial, el acusado cambió su versión y admitió que le había golpeado con una barra de hierro.

   El médico forense que se hizo cargo del estudio del cadáver ha explicado que el cuerpo presentaba principalmente dos lesiones, una en el cráneo, con cuatro heridas y otra en el tórax que y que ya por separado ambas eran "capaces de causar la muerte".

   También ha dicho que lo más probable es que el ataque se produjese cuando la víctima estaba de pie ya que "resulta muy difícil" que las lesiones se originasen con la víctima tumbada.

   En el juicio ha intervenido una psicóloga que atendió al acusado y ha explicado que éste sufre un trastorno de personalidad "esquizotípico" que le hace "más vulnerable a cualquier situación de estrés". Así, ha dicho que en el momento de los hechos podría haber sufrido esta "afectación" pero ha matizado que no lo puede confirmar.

   El veredicto del jurado se dará a conocer, probablemente, este mismo lunes, aunque la decisión podría saberse más adelante.

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