Baleares oculta más de 151 tesoros gracias a la práctica del 'geocaching'

Actualizado: domingo, 8 febrero 2009 11:30

PALMA DE MALLORCA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los diferentes rincones y monumentos del archipiélago esconden 151 tesoros de 'geocaching', actividad mediante la que sus usuarios ocultan objetos y, posteriormente, comparten sus coordenadas o 'waypoints' en internet para que otros compañeros 'geocachers' inicien su búsqueda y, así, la aventura.

Para la realización de esta actividad considerada ya por muchos como un auténtico deporte, únicamente se necesita, según su página web, un terminal GPS que ayude en la localización de coordenadas y ganas de pasarlo bien. De esta manera, comienza la búsqueda del tesoro, que demostrará tanto las habilidades y conocimientos de la persona que lo dejó ahí, como la valentía del descubridor -puesto que hay obsequios que, por ejemplo, únicamente se pueden encontrar tras una larga escalada-.

Así, en el lugar adecuado los 'geocachers' hallarán una fiambrera o bolsa impermeable que contendrá el preciado tesoro. Éste, normalmente consiste en el llamado libro de visitas, que contiene información del fundador del tesoro y notas de los visitantes del tesoro, aunque, incluso, puede incluir información sobre lugares cercanos recomendables o coordenadas a otros escondites. No obstante, el tesoro en sí puede ser cualquier cosa, aquéllo que su creador decida, desde libros hasta antigüedades, aunque normalmente acostumbran a ser objetos de poco valor.

Tras el hallazgo, estos 'deportistas' tendrán que escribir su nombre y experiencias en el libro de registro, coger el tesoro y reemplazarlo por otro que ellos decidan, o, por el contrario, volver a dejar el mismo. Asimismo, la propia página web de los 'geocachers' recomienda mandar un correo electrónico a la persona que escondió el tesoro y transmitirle el descubrimiento.

TIPOS DE TESOROS

Existen diferentes clases de tesoros como, entre otros, los tradicionales, múltiples, virtuales, con web cam, de reunión o sin localización. Los más comunes son los denominados tradicionales que aportan las coordenadas exactas de su localización y consisten en el envase y el libro de registro. No obstante, existen otras variaciones como los virtuales, que podrían consistir, por ejemplo, en responder a una pregunta sobre un lugar o realizar una prueba de manera que la recompensa obtenida sea la visita a la zona.

Otras variaciones de los tesoros puede consistir en la realización de difíciles rompecabezas para determinar las coordenadas, que éstas no sean las exactas del lugar del hallazgo o, incluso, hay algunos que cuentan con cámaras web para que, así y con la ayuda de otra persona conectado a una página web, se registre el momento del descubrimiento.

Por otra parte, están los 'bichos viajeros', 'trotamundos' o 'travel bugs', artículos que se pueden mover de escondite en escondite e, incluso, transportarlos a nuevos lugares para seguir su transcurso de manera online. Así, para realizar un 'trotamundos' lo único que se necesita es añadir una nota al objeto que establezca que los 'geocachers' lo pueden trasladar, así como con instrucciones sobre qué metas debe alcanzar. No obstante, este juego posee una gran flexibilidad en sus reglas y 'geocaching' continuamente anima a sus usuarios a que registren nuevos tesoros.

ORÍGENES DEL 'GEOCACHING' Y SU IMPACTO EN LAS ISLAS

Deporte o movimiento, este interesante juego de aventura nació cuando un usuario de un grupo de noticias de internet, David Ulmer, escondió un tesoro en Oregón y detalló sus coordenadas, como una forma de celebrar que el gobierno de EEUU eliminó una reestricción que provocaba que la señal de los satélites fuese más débil y, así, evitar que los receptores comerciales fueran demasiado precisos.

Desde entonces se pueden visitar en internet los puntos en los que se encuentran escondidos los tesoros. Así, los usuarios del 'geocaching' en el archipiélago, que son tanto residentes como turistas, pueden comprobar la lista de los 151 tesoros escondidos actualmente y, además, comprobar ciertos aspectos sobre estos como su nivel de dificultad, el tiempo estimado de búsqueda o si la zona es accesible de recorrer, por ejemplo, en silla de rueda o con niños o animales.

Muchos de los 'geocachers' de Baleares manifiestan que esta actividad se ha convertido también en una nueva forma de hacer turismo. De esta manera, puede haber personas que visiten la Comunidad con la excusa de la práctica de este juego, y, además, son muchos los usuarios que esconden sus tesoros en zonas de las islas que consideran que deberían ser visitadas debido a su belleza.