PALMA DE MALLORCA, 29 May. (EUROPA PRESS) -
Las Cáritas diocesanas de Mallorca, Menorca e Ibiza, así como la expresidenta del Parlament, Aina Rado, han recibido este martes las medallas de honor de la institución balear por parte de su sucesor en el cargo, Pere Rotger.
Al acto, han sido invitados todos los diputados de la cámara y también han acudido el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom, el delegado del Gobierno, José María Rodríguez, así como el comandante general de Baleares, Adolfo Orozco.
En su discurso, Rotger ha destacado que la medalla de honor refleja el compromiso de "nuestro pueblo" con unas entidades que en momentos de "máxima dificultad" han desarrollado "unas de las tareas más nobles del ser humano: la dedicación desinteresada y humilde" hacia las personas "más necesitadas" y hacia aquellas que se encuentran en "verdadero riesgo de exclusión social".
En referencia a Rado, Rotger ha dicho que con la medalla a los expresidentes se destaca la tarea del Parlament como órgano de "máxima expresión de la voluntad popular" y se resalta la "defensa de los valores democráticos", el "compromiso de preservar nuestra identidad como pueblo" así como "la defensa y las acciones llevadas a cabo en pro de los derechos humanos".
El Obispo de Mallorca, Jesús Murgui, ha hablado en representación de los obispos de las otras islas y de las Cáritas y ha dicho que es "un verdadero honor" recibir tal distinción y ha pedido a las instituciones que ayuden a la Iglesia "a ayudar a los más necesitados".
Según ha dicho, mientras sea "necesario", Cáritas seguirá con su trabajo "silencioso y sacrificado" en su "compromiso con los más pobres" y, recordando unas palabras que ya había dicho con anterioridad, ha declarado que no descansarán "hasta que la única hambre sea la de Dios y no la de pan".
Por su parte, Rado ha agradecido a la Mesa del Parlament que le haya otorgado la medalla y aunque, según ha dicho, no ha hecho tantos méritos como Cáritas, se siente "teriblemente honrada y agradecida". La presidenta de la séptima legislatura ha terminado su discurso recordando la suya como una "etapa difícil, entrañable y maravillosa".
