El Consell de Mallorca rebaja por primera vez en la historia la tasa de tratamiento de residuos urbanos, que cae un 5%

Actualizado: lunes, 7 septiembre 2009 12:56

Los ayuntamientos pagarán a partir de 2010 por el tratamiento de los fangos de depuración

PALMA DE MALLORCA, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Consell de Mallorca rebajará en 2010 la tasa de tratamiento de residuos urbanos, que disminuirá en un 4,946 por ciento respecto a su cuantía actual, al pasar de los 131,23 euros por tonelada actuales a un total de 124,74 euros por tonelada durante el próximo ejercicio. Se trata de la primera vez que se aplica un descenso a esta tarifa desde que se empezó a aplicar en 1996, ya que hasta ahora siempre experimentó una evolución al alza.

Así lo dio a conocer hoy a los medios de comunicación la presidenta de la primera institución de la isla, Francina Armengol, quien presentó la iniciativa en compañía de la consellera de Medio Ambiente, Catalina Julve, que será aprobada en el pleno de octubre, a fin de que los ayuntamientos de la isla la apliquen en sus presupuestos del próximo año, de forma que los ciudadanos vean reducidos sus pagos, para que 2010 sea "lo menos gravoso posible", dada la actual coyuntura de crisis.

A este respecto, Armengol remarcó que se trata de una "buena noticia", que se ha podido producir gracias a los descensos del IPC y del Euribor, y recomendó a los municipios que "sean austeros" a la hora de pasar la factura por el tratamiento de residuos a sus vecinos, de forma que la rebaja que se aplicará sea más perceptible. Y, por otra parte, recordó que la entrada de los residuos ya reciclados --seleccionados-- en los vertederos del Consell tiene un coste cero.

Armengol aclaró que "lo que hemos hecho ha sido incorporar a la tarifa el tratamiento de los barros de depuradora", en aplicación del Plan Director de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), logrando así un abaratamiento en la tasa, que el Consell cobra a los ayuntamientos y éstos, a su vez, a sus residentes, de forma que se "racionaliza" el sistema, para que sea "lo más transparente posible", porque "el que contamina es el que paga", precisó.

Se da la circunstancia que el tratamiento de los barros de depuradora --que suponen algo más del 3% del total de los residuos a tratar-- "hasta ahora no se pagaba", por lo que el cambio supone que esa operación "comenzará a tener un coste que repercutirá directamente en sus productores y no recaerá sobre los ciudadanos", asegura el Consell de Mallorca, que considera ese hecho el motivo de que los residentes paguen menos en la factura final.

Por su parte, Julve recordó que ya el pasado mes de abril se produjo una revisión de la tasa de demoliciones, una línea que ahora continúa con la "redistribución" de los costes de la tarifa de RSU, con la inclusión de la gestión de los fangos de depuración --provenientes de toda Mallorca--, siguiendo el criterio de que "quien contamina paga", contemplado en una directiva europea, que consideró "más equitativo" para la sociedad.

TARIFA ANTICRISIS

Cabe recordar que la tarifa de residuos sólidos urbanos --considerada una de las políticas más importantes del Consell-- mantuvo una trayectoria siempre ascendente desde su creación, con repuntes interanuales a veces superiores al 50%. Pero, como "aún nos queda por delante un año de dificultades económicas, decidimos que la tarifa no sea un agravante de una situación económica que ya es adversa y complicada", señaló Francina Armengol.

El sistema de tratamiento de RSU de Mallorca está considerado uno de los más modernos de Europa y "va en consonancia" con la legislación vigente en el Estado español y en la UE, recordó Armengol, quien precisó que es de tipo "integral" y que el objetivo final es alcanzar el "vertido cero" en 2011, porque "una isla que vive del turismo debe tratar bien el medio ambiente", razonó la presidenta del Consell.

Según los planes de esta institución, en 2011 un 40% de los residuos serán recogidos selectivamente --papel, cartón, vidrio, envases y orgánicos-- para su posterior reciclaje, mientras que el restante 60% serán tratados en la planta de incineración de Son Reus, valorizándolos energéticamente o materialmente, sin quedar depositados en ningún vertedero.