Vivas: "Queremos garantizar esta asistencia. Creemos que hemos de mantenerla e incluso potenciarla durante esta crisis"
PALMA DE MALLORCA, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Palma ha contratado 19 plazas residenciales, que son ampliables hasta la cincuentena, para poder acoger a víctimas de violencia de género y a sus hijos.
Según ha informado el Consistorio en una nota de prensa, se trata de una medida excepcional adoptada para poder garantizar el servicio que ofrece el Servicio de Acogida Municipal a víctimas de Violencia de Género en Palma y a sus hijos (SAM) y la atención "óptima" del mismo ante la previsión de que las peticiones de acogida aumenten, por la crisis que ha provocado el coronavirus (COVID-19).
Al respecto, ha explicado que la medida supone un gasto inicial de 14.725 euros y tiene una duración prevista de un mes, con posibilidad de prorrogarse hasta final de año según la valoración de necesidades que se haga mes a mes.
Por su parte, la regidora de Justícia Social, Feminismo y LGTBI, Sonia Vivas, ha explicado que "el Ayuntamiento se quiso avanzar al
estado español y antes de que hiciera el Real Decreto 12/2020 de 31 de marzo ya se trabajaba para poder garantizar una necesidad que se sabía que se daría".
"El objetivo es ofrecer una alternativa residencial y alimenticia a todas las mujeres víctimas de violencia de género de la ciudad y a sus hijos que se dirijan al servicio de acogida", ha añadido.
SERVICIO DE ACOGIDA MUNICIPAL A VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO
Por otro lado, el Ayuntamiento de Palma ha recordado que el SAM cuenta con un casal con 29 plazas distribuidas en 14 habitaciones, además de cuatro pisos con una capacidad total de 18 plazas, donde se ofrece una acogida temporal que supla el hogar de mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos, porque no tienen domicilio donde vivir o porque lo han tenido que abandonar por seguridad u otros.
En este sentido, ha hecho hincapié en que "normalmente" estas plazas son "suficientes" para dar cobertura a las necesidades del servicio. No obstante, en previsión de la crisis económica y residencial que se vivirá tras el confinamiento, el Consistorio ha decidido buscar alternativas de vivienda.
El objetivo, ha insistido, es que las mujeres puedan ser atendidas de manera "óptima" y, así, "evitar que el servicio se vea desbordado, dado que se prevé que la demanda por parte de usuarias continúe creciendo."
