Detenidas 15 personas en Palma por participar en la primera red de explotación sexual masculina desarticulada en España

Actualizado: martes, 31 agosto 2010 13:16

El juez decreta el ingreso en prisión de uno de los arrestados acusado de explotación sexual

PALMA DE MALLORCA, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional ha detenido a un total de 15 personas en Palma por su relación con la primera red de explotación sexual de hombres que ha sido desarticulada en España y que obligaba a las víctimas a trabajar en prostíbulos suministrándoles cocaína, 'popper' y Viagra las veinticuatro horas del día.

Según han concretado a Europa Press fuentes de la Policía Nacional, del total de detenidos, siete han sido arrestados acusados de ser los presuntas autores de un delito de explotación sexual -el juez ya ha decretado el ingreso en prisión de una de ellas- mientras que los siete restantes han sido arrestados por un presunto delito de infracción de la Ley de Extranjería.

Al parecer, la red captaba a sus víctimas en Brasil y les facilitaba el billete de avión a España, que era comprado con tarjetas 'clonadas'. Una vez en el país, el líder de la trama, con residencia en Palma de Mallorca, les distribuía por las diferentes casas de citas ubicadas en esta localidad, además de en Madrid, Barcelona, Alicante y León.

En los diferentes domicilios de la red en la capital balear debían ejercer la prostitución durante las veinticuatro horas del día y entregar al dueño del piso o al encargado el 50 por ciento de las ganancias, además de 200 euros por el alojamiento y la manutención. Para atraer a clientes, la red publicaba anuncios en la sección de contactos de varios periódicos y en diferentes páginas web en las que exhibían las fotografías de los chicos disponibles.

Los hombres 'traficados' llegaban a España engañados en cuanto a las condiciones del trabajo que tendrían que realizar y sobre todo en relación a las cantidades económicas que tendrían que devolver a la organización en concepto de gastos de viaje. En un principio les informaban que sólo harían frente al coste del billete, aunque en realidad les exigirían cantidades que en ocasiones superaban los 4.000 euros.

Una vez en nuestro país, les era facilitado un teléfono de contacto del cabecilla de la organización, quien, según las necesidades que tenía de hombres en las diferentes casas de citas, los iba mandando a una provincia o a otra. Finalmente él mismo los recibía en Palma de Mallorca, lugar donde tenía fijada su residencia.

Paralelamente, el líder de la red les exigía que satisficieran la deuda de 4.000 euros, en ocasiones en lugar de en efectivo mediante transferencias bancarias, por haber sido cedidos a otros explotadores para renovar así la 'plantilla'. Si los hombres plantaban cara o causaban algún tipo de problema, los responsables recurrían a las amenazas, incluso de muerte.