PALMA DE MALLORCA, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
La consellera de Educación y Cultura, Bárbara Galmés, afirmó hoy en relación al caso de una estudiante de quince años de Educación Secundaria de un Instituto de Palma que ha abandonado el centro al sentirse amenazada por varios compañeros de clase, que el agresor o los agresores son los que deben abandonar el centro, y no la víctima de las agresiones.
Al ser preguntada por este episodio concreto, Galmés respondió que cuando se trata de un "caso claro", lo que debe primar es el cambio de centro del agresor. En ese sentido, afirmó haberse puesto en contacto con el director del centro donde tuvieron lugar estas amenazas, y aseguró que desde ayer el caso está en manos del Juzgado de Menores, y el departamento de Inspección ya había tomado "cartas en el asunto".
En ese sentido, informó que el director del centro le había "dado más detalles" sobre el caso, y que "aún no se ha confirmado la gravedad" con la que se ha presentado este caso. Así, aseguró que éste era el primer año que esta alumna asistía al centro educativo en el que, supuestamente, se sucedieron las amenazas.
Al parecer, este año la joven "afirmó que había tenido problemas" con sus compañeros, y al confirmar que se trataba de un insulto, no se pudo abrir un expediente sancionador. En estos momentos, afirmó la consellera, "se está investigando con la clase para comprobar hasta que punto es así esta situación".
Al respecto, la consellera informó que la joven "de entrada no se había incorporado de nuevo al centro tras las vacaciones de pascua" hasta ayer. Por otro lado, informó de la preocupación por parte de la dirección del centro por la "mala imagen" que se está dando del mismo.
Así, Galmés, aseguró que este centro es "pionero en formación profesional", y que además tiene todo tipo de medidas de seguridad. Galmés también desmintió que en ningún centro de las islas "haya drogas, puñales, u otras armas", que afirmó haber leído en prensa.
