PALMA DE MALLORCA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Govern planteará el retorno de Baleares a los mercados financieros para obtener una parte de la financiación de 2018 al margen de los mecanismos del Estado, una vez ha cerrado 2017 con superávit, hecho que "permitirá reducir la deuda autonómica por primera vez".
De esta manera, la consellera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, pedirá la autorización necesaria del Ministerio de Hacienda y Función Pública para "poner en marcha una operación de financiación prevista en más de 160 millones de euros".
Después de dos años consecutivos de cumplimiento de los límites de déficit y deuda pública, el retorno de Baleares a los mercados para financiarse supondría un "cambio de tendencia" para la Comunidad autónoma, ha dicho la consellera.
Así, ha recordado que Baleares ha registrado superávit presupuestario del 0,2% en 2017, según los datos provisionales del cierre del ejercicio y se ha conseguido reducir la deuda pública "por primera vez" en la historia en términos absolutos (180 millones de euros prevista en 2018).
El acceso a nuevas vías de financiación en el mercado privado representaría "un avance hacia la desvinculación gradual de los mecanismos de financiación del Estado que daría mayor autonomía financiera", ha destacado también Cladera durante una comparecencia solicitada a petición propia ante la Comisión de Hacienda y Presupuestos del Parlament.
Con esta medida, pendiente de recibir la autorización del Gobierno central, Baleares no necesitaría formalizar una parte de las operaciones de financiación de 2018 con el Ministerio de Hacienda.
En concreto, la financiación que el Govern quiere obtener a los mercados se corresponde con los cerca de 162 millones de euros del tramo del cuarto trimestre de 2018 del compartimento Facilidad Financiera, mecanismo al cual Baleares se adherido este año en lugar de financiarse a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
Cladera considera que se trata de una cantidad "prudente" y, aunque el Govern reconoce que el FLA y el resto de mecanismos de financiación del Estado supusieron una ayuda para las comunidades autónomas en su momento, en medio de la crisis, también representan todavía una "limitación" en cuanto que la CAIB "ha acumulado amortizaciones en los próximos años y no ha podido gestionar los vencimientos de la manera más adecuada".
