PALMA DE MALLORCA, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los inspectores de la Dirección general de Consumo de la Conselleria de Salud y Consumo han retirado de los comercios minoristas de Baleares cerca de 110 unidades de diferentes tipos de pegamentos por carecer de etiquetado o porque los envases presentaban una forma atractiva y, a la vez, peligrosa para los niños, como pueden ser teléfonos móviles, biberones o pescados.
En un comunicado, la Conselleria dirigida por Vicens Thomàs informó de que también se han retirado del mercado minorista algunos bolígrafos que tenían forma de estrella y que suponían un peligro para los niños.
Ante esta situación, recomendó a los consumidores que vayan "alerta" con el material escolar que tenga apariencia de juguete porque, según recordó, puede ser "peligroso para los niños".
Así, ante la llegada del nuevo curso escolar y ante la previsión de que se incrementen las compras, la Dirección general de Consumo recomienda a los ciudadanos que a la hora de comprar el material tengan en cuenta que éste debe incluir un etiquetado en el que se haga constar los datos relativos al número del fabricante o importador y su domicilio, así como el país de origen.
Asimismo, añade que en el supuesto de que los productos lleven instrucciones de utilización, de seguridad o de mantenimiento, éstas "deben figurar en cualquiera de las dos lenguas oficiales de Baleares".
Por otro lado, subraya que ningún producto que pertenezca al grupo de material escolar puede tener forma, olor o sabor de alimentos o flores, mientras que en caso de los pegamentos, para que puedan ser utilizados como material escolar, es necesario que su etiquetado incluya una leyenda que indique 'apto para el uso escolar'.
La Dirección General de Consumo también recomienda a los ciudadanos que compren productos adaptados a la edad de cada niño y que valoren el material disponible del año anterior, con el fin de "reutilizar cuanto sea posible y comprar en función de las necesidades que tengamos".
Finalmente, considera "importante" que las familias fomenten que los niños hagan un uso "responsable" del material escolar, educándolos en el consumo "saludable, seguro, solidario y sostenible".
