En Baleares las plantillas de la Agencia Tributaria no están cubiertas porque faltan funcionarios nativos
PALMA DE MALLORCA, 7 May. (EUROPA PRESS) -
Las Illes Balears necesitan al menos otros 15 inspectores de hacienda para perseguir con efectividad el creciente fraude fiscal que se da, especialmente en sectores como la Construcción, ya que la actual plantilla de que dispone la Agencia Tributaria suma 35 profesionales de este tipo, de los que sólo 25 se dedican a la investigación, mientras que el resto se dedica a tareas administrativas.
Así lo manifestó, en declaraciones a Europa Press, el coordinador para las islas del sindicato de Técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha), Luis Tato, quien aseguró que las plantillas "no están cubiertas" y que "sería bueno" que hubiese un total de 40 inspectores dedicados íntegramente a esa actividad y no a cubrir puestos directivos.
Además, en Baleares se agrava el problema porque hay "pocos funcionarios nativos", circunstancia que se debe a que es una Comunidad Autónoma con importante desarrollo económico y, por lo tanto, con más empleo que otras. Por lo que las plazas son cubiertas por funcionarios que provienen de la península y que, en muchas ocasiones, solicitan destino en su lugar de origen.
Esta situación, que comparten Cataluña y Canarias, supone que el trabajo "no se afronta como de debería afrontar"; aunque recordó que la Agencia Tributaria, que se creó en 1992, adoleció desde un principio de falta de persona y de medios técnicos. Situación que con los años se ha mantenido, volviéndose los procedimientos de inspección "más burocráticos y dilatados en el tiempo", lejos de la "agilidad que requiere perseguir el fraude fiscal".
Además, hasta ese momento, los procedimientos de inspección "eran mucho más ágiles", comentó Tato, porque los profesionales de su sector iniciaban y finalizaban los expedientes, en una época en que la economía sumergida suponía entre el 16 y el 18 por ciento del producto interior bruto (PIB), lejos de los elevados niveles actuales, impulsados por la pérdida por el hecho de que "nos expropiaron de esas facultades y de nuestra autonomía", detalló.
Así, la situación actual es, según el representante de Gestha, de "pérdida de competencias" por parte de los inspectores que "para todo tenemos que solicitar autorización", circunstancia que ralentiza las investigaciones, por lo que el sindicato se propone que sus afiliados "recuperen" funciones que anteriormente ya tenían y que ahora se concentran en los cuerpos superiores de la Administración tributaria.
VISTOBUENO
Según Luis Tato, en realidad, la diferencia es que los superiores a los inspectores de hacienda deben "dar el vistobueno" a todas las iniciativas investigadoras que ponen en marcha, frecuentemente, sin que sepan con certeza "lo que están firmando" ni una previsión de cuál será el fruto de esas pesquisas.
En cambio, los cuerpos superiores "patrimonializan" la labor desarrollada por sus subalternos, que no reciben reconocimiento por su trabajo, porque son "meros tramitadores de expedientes", lo que redunda en el desánimo que padecen, después de trabajar por periodos de hasta dos años en tramas de facturas falsas o de fraude de IVA, por citar sólo un par de ejemplos.
