PALMA DE MALLORCA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
MÉS ha acusado este martes al alcalde de Palma, Mateo Isern, de querer "destrozar el paisaje urbano" con la instalación de 60 pantallas publicitarias digitales".
Los econacionalistas han presentado una propuesta para que el pleno acoja el debate sobre la instalación de soportes luminosos de tecnología digital publicitarios y para que se inste a retirar la licitación de la instalación de estos dispositivos.
El portavoz de MÉS en Cort, Antoni Verger, ha presentado en rueda de prensa la representación gráfica del resultado de esta instalación y ha explicado que se trata de pantallas de gran formato, que considera "muy invasivas y agresivas".
Verger ha señalado que la presencia de este tipo de dispositivos de publicidad digital en la calle "es propia de ciudad con un modelo capitalista anglosajón, y no es nada pertinente en una ciudad mediterránea como Palma".
MÉS considera que, además del "grave impacto" sobre el paisaje urbano, el proyecto presenta problemas legales y se contradice con determinadas normativas vigentes.
Por un lado, el proyecto no es compatible con la Ley 3/2005 de protección del medio nocturno de Baleares, cuyos artículos 5 y 9 establecen que las pantallas no pueden estar en funcionamiento en ausencia de luz natural. Este detalle, dice MÉS, no está contemplado en los pliegos y podría generar una indemnización a favor de la empresa adjudicataria.
Asimismo, entra en contradicción con la norma 44 del Plan Territorial de Mallorca. Según ésta, las pantallas tendrían que tener una visera de como mínimo ocho o nueve metros.
Verger añade que la instalación de 60 pantallas digitales en Palma "no tiene nada que ver con el concepto de 'smart city' porque una 'smart city' supone una interactividad entre los ciudadanos y los dispositivos. Y en este caso los ciudadanos son sujetos pasivo bombardeados por mensajes publicitarios en medio de la calle o mientras conducen".
"Isern nos quiere dejar una herencia para los próximos cuatro equipos de Gobierno, puesto que la concesión fija un plazo mínimo de diez años, con cinco más prorrogables". "Esto es una auténtica cacicada. No se ha consensuado ni con los vecinos, ni con las entidades de protección del patrimonio", ha declarado Verger.
Finalmente, en relación al precio de 280.000 euros anuales, el econacionalista ha manifestado que "Isern está vendiendo el paisaje de Palma muy barato" y ha anunciado una "ofensiva permanente hasta parar esta aberración".
