PALMA DE MALLORCA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Pimem Restauración, Juan Cabrera, reclamó hoy un esponjamiento de "entre el 40 y el 60 por ciento del tejido hotelero, porque está en una situación caótica", como forma de "vender --a los visitantes-- la calidad de hace años", y se mostró contrario a potenciar otras fórmulas como el 'all inclusive', que "nos abocan al fracaso más rotundo" en términos turísticos.
De esta forma, los restauradores de Baleares sólo aceptan un 'todo incluido' que ofrezca calidad a sus clientes, que no se limite a bufetes libres para comer y cenar, y que aporte una "buena imagen" al destino turístico, según señalaron los líderes de las dos principales patronales sectoriales, que alertaron de la posibilidad de cierre de establecimientos de ese sector si no se controla la expansión de ese tipo de oferta, lo que daría lugar a zonas turísticas desérticas fuera de los hoteles.
El presidente de la Asociación de Restauración de Mallorca (CAEB), Antoni Mas, manifestó que los establecimientos alojativos "se quedarán rodeados de locales cerrados" en el caso de que progrese en exceso el 'all inclusive', según las demandas realizadas la pasada semana en la feria turística ITB de Berlín por los principales touroperadores internacionales, aunque, afirmó comprender que los visitantes "quieren venir cada vez más con un mayor control del gasto" en el destino.
Para Mas, el 'todo incluido' que se oferte en Baleares debe trascender a la oferta ilimitada de comida y bebida, y centrarse en otros aspectos, como aportar servicios como guardería, de forma que "permita a los padres salir a cenar", lo que convierte a esa oferta en algo que "no es muy distinto de cuando se ofrecía pensión completa". Una fórmula que "permitía al cliente comer y cenar en el hotel, pero con la que, a la hora de la verdad, éste salía por iniciativa propia a realizar una de las dos comidas a un restaurante", recordó.
