El sector náutico está facturando en junio la mitad que otros años y la matriculación de embarcaciones cae un 70%

Actualizado: sábado, 13 junio 2009 13:56

Muchos yates se van a otros puertos menos explotados del Mediterráneo a causa de los elevados precios de los amarres y las varadas

PALMA DE MALLORCA, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las más de 800 empresas que conforman el hasta ahora pujante sector náutico en Baleares también lo están pasando mal, como demuestra el hecho de que, en pleno mes de junio, "a quienes les va mejor están facturando la mitad que hace un año", aseguró la presidenta de la patronal del sector, Margarita Dahlberg, quien precisó que la matriculación de embarcaciones de recreo cayó un 70 por ciento desde que comenzó el año.

Se trata de una "situación penosa" para una actividad que, hasta 2008, se erigía como la más rentable dentro del sector turístico, porque incorpora múltiples actividades, desde la venta de los barcos y sus complementos, al alquiler de 'charters', pasando por el mantenimiento y la invernada. Sin olvidar lo que suponen para otras industrias ajenas pero que también se benefician indirectamente de esta actividad, como la restauración o el comercio. Por contra, en 2009, "a mediados de junio aún no hemos arrancado", señaló.

La náutica, que también se ve afectada por la estacionalidad, desarrolla el grueso de su actividad entre los meses de marzo y octubre --y ahora nos encontramos justo en medio de ese periodo-- está registrando unas ventas muy bajas y un descenso general en los servicios que oferta, condicionado por el hecho de que "los barcos extranjeros lo encuentran todo muy caro, están muy disgustados con los precios que se han establecido en Baleares, indicó Dahlberg en declaraciones realizadas a Europa Press.

Después de unos años de bonanza, en los que los precios de los amarres, las varadas y, en general, de los servicios, "se han encarecido" sin cesar con el pretexto de que "se trataba de turistas ricos", ahora se da un cierto hartazgo en este segmento de visitantes --que también se resiente de los elevados precios-- y, por lo tanto, muchos yates "se van a otros sitios", en lugares menos explotados del Mediterráneo.

Para la presidenta de la Asociación de Empresas Náuticas de Baleares, toda esta situación se debe a que, desde las administraciones y los clubes náuticos "no se está mirando el largo plazo, sino que se piensa todo a corto plazo" y, de ese modo, en el plazo de un año "hemos pasado de estar entre las cuatro primeras zonas del Mediterráneo --para reparar embarcaciones-- al lugar número 15" de la clasificación de esta actividad, que supone importantes entradas económicas durante el invierno.

A todo lo anterior, Margarita Dahlberg aún agregó que la presión fiscal sobre las flotas de recreo creció igualmente de forma excesiva tras la entrada en vigor del Impuesto de Matriculación de Embarcaciones, que "es único en toda Europa", pues ningún otro Estado lo tiene y, además, "no está generando beneficios pero limita la actividad", al ascender a un 12 por ciento del precio del barco --si tiene más de siete metros de eslora--, con pocas exenciones, y que la patronal quiere que se "elimine" lo antes posible.

ASTILLEROS EN EXTINCIÓN

Entre todas las ramas que componen el sector Náutico, Dahlberg consideró que los astilleros son los que registran una actividad más baja, porque "están sin recibir pedidos desde agosto del año pasado" --en especial los de embarcaciones tradicionales de 'mestres d'aixa'-- y, de hecho, "tenemos serias preocupaciones sobre que desaparezcan", aseguró que, de los diez que actualmente hay, "dudo que se mantengan más de dos" después de la crisis.

A ello se suma el efecto "cadena" que el parón genera en el resto del sector, donde "está todo muy tranquilo" en el sentido de la actividad, porque los empresarios "estamos totalmente desesperados", apuntó Dahlberg, quien lamentó la falta de apoyo institucional a esta industria, mientras que otras sí que lo están recibiendo; "estamos recibiendo cero ayudas, la Administración no nos tiene en cuenta para nada y no existe un ápice de interés por parte de los políticos" en la situación de la náutica, sentenció.