La Unidad de Trastornos Alimentarios de Son Dureta atiende cada año a 170 pacientes con anorexia o bulimia

Actualizado: miércoles, 2 abril 2008 15:42

Una veintena de profesionales trabajan en esta unidad, donde se realiza una media de 3.500 consultas o tratamientos anuales

PALMA DE MALLORCA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Unidad de Trastornos Alimentarios del hospital de Son Dureta de Palma atiende cada año a entre 160 y 170 nuevas pacientes que sufren anorexia o bulimia, la mayor parte son mujeres adolescentes, que reciben una atención sanitaria nutricional y también psicológica. Asimismo, se realizan alrededor de 3.500 consultas y tratamientos anuales, de los que alrededor de 2.500 son de psiquiatría y psicología y 1.000 de enfermería.

En declaraciones a Europa Press, la responsable de la UTA, María Carrera, señaló que el servicio dispone de un área específica de hospitalización, con ocho camas para pacientes ingresadas; entre 10 y 12 plazas como hospital de día, y un servicio consultas externas para atender a pacientes con anorexia, bulimia y con otros trastornos de la alimentación no especificados que igualmente necesitan de atención médica.

Asimismo, precisó que Son Dureta es el único centro de la red pública de Salud de la comunidad autónoma que presta una "atención global" a personas que sufren trastornos de la conducta alimentaria, un trabajo que desarrollan una veintena de profesionales, entre los que se encuentran dos psiquiatras, dos psicólogos, ocho diplomados en enfermería, seis auxiliares de enfermería, un endocrinólogo y una auxiliar administrativa.

La doctora concretó que la anorexia es una alteración grave del comportamiento alimentario que se caracteriza por el rechazo a la ingesta de alimentos. Las personas que padecen esta enfermedad también recurren otros medios -utilización de purgas, provocación de vómitos y ejercicio físico excesivo- para perder peso, un hecho que provoca una desnutrición progresiva.

En cambio, la bulimia es un desorden alimentario causado por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico. Los que sufren este desorden alimentario "suelen alternar periodos dónde comen de forma compulsiva con dietas radicales, asociadas con vómitos e ingesta de medicamentos, sobre todo laxantes y diuréticos, especificó al respecto.

Así, de acuerdo con los datos aportados desde Son Dureta, la prevalencia de la anorexia en mujeres de entre 12 y 24 años es del 0,5 - 1 por ciento, mientras que la prevalencia de la bulimia en mujeres de ese mismo tramo de edad es de 1 - 1,5 por ciento.

MENORES DE 14 AÑOS

En casos de menores de 14 años, la puerta de entrada se hace a través de la consulta con el pediatra. "Cuando un facultativo detecta síntomas de trastornos alimentarios en un paciente, deriva el caso a la Unidad de Salud Infanto-juvenil, quien a su vez lo remite a la UTA, si lo considera conveniente". En en casos muy graves el pediatra puede hacer una derivación directa, apuntó Carrera.

El mismo sistema sirve para las pacientes adultas que tras consultar a su médico de familia son derivadas a la Unidad de Salud mental donde decidirán la derivación a la UTA.

COMO DETECTAR LOS TRASTORNOS

Las pacientes que sufren trastornos alimentarios por anorexia suele tienen horarios irregulares a la hora de comida, evitan las comidas familiares, y comienzan a sufrir síntomas de hiperactividad, pérdida de la menstruación, aislamiento social y excesiva preocupación por los estudios, entre otros.

Para detectar los casos de bulimia es preciso comprobar el estado de las neveras donde viven, que generalmente están vacías. Asimismo, presentan dolores de barriga, cuello y estómago. La bulimia es un trastorno alimentario que puede pasar más desapercibido.

TRATAMIENTOS Y TRABAJO GRUPAL

El tratamiento que reciben hace referencia a cuestiones nutricionales y orgánicas y también tiene que ver con aspectos psicológicos, si bien, el de los pacientes con bulimia se suele acompañar con fármacos.

La atención en consultas externas se realiza a nivel grupal o individual "en función de las necesidades de cada paciente". Además, se ofrecen grupos de educación nutricional y grupos de psico-educación para pacientes y también otros específicos para padres, apuntó la responsable de la Unidad.

Al respecto, al doctora apuntó en "en los casos que se preciso uno ingreso hospitalario la atención está centrada en la recuperación física y el restablecimiento de unos hábitos alimenticios saludables, así como en el trabajo de toma de conciencia y aceptación del tratamiento".

El hospital de día de la UTA se une al tratamiento intensivo para pacientes "inestables procedentes de consultas externas o de la hospitalización", explicó Carrera, quien remarcó que en cualquier caso se requiere la voluntariedad del paciente para superar la enfermedad. "El trabajo es fundamentalmente grupal y se incide mucho en la alimentación, pero prima más el trabajo psicológico y la construcción de un proyecto o plan de vida", apostilló.