PARÍS, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Unos 6.000 "chalecos amarillos" --según las autoridades-- han salido este sábado a las calles de las ciudades francesas en el Acto XXXIII de protestas, una cifra que los convocantes elevan a 10.000.
Las protestas de este sábado han estado marcadas por los actos del departamento de Saona y Loira (este), en los que los "chalecos amarillos" han debatido sobre el futuro del movimiento.
Las protestas este sábado han estado marcadas por las altas temperaturas que han provocado un nuevo descenso en la asistencia, aproximadamente la mitad que la semana pasada, cuando se contabilizaron 11.800 manifestantes, según el Ministerio del Interior. También es la movilización más débil desde que se iniciara el movimiento.
En la capital, París, han salido a la calle unas 1.300 personas, según Interior, frente a las 1.100 de la semana pasada, en un acto centrado en denunciar la violencia policial y por la participación de activistas del Orgullo LGTB. La protesta ha sido pacífica y ha predominado el ambiente festivo con pistolas de agua.
En Lille ha habido unos 500 "chalecos amarillos" y cinco han sido detenidos, incluido uno de los líderes del movimiento en Lille, Alexander Chantry. Además se han producido daños materiales, quema de contenedores de basura y ventanas rotas. Al menos un manifestante resultó herido.
En Reims la prefectura provincial había prohibido la manifestación y no ha habido marcha como tal, aunque se han producido 18 arrestos, nueve de los cuales han terminado en detención.
En Rennes varios cientos de "chalecos amarillos" han salido a la calle y se han producido enfrentamientos con la Policía cuando la columna ha intentado acceder al centro de la ciudad pese a la prohibición de las autoridades.
En Burdeos han sido menos de 200 los asistentes y en Toulouse ha habido entre 100 y 200 participantes pese a los casi 40 grados. Otros cien se han manifestado en Montpellier.
Además unos 600 "chalecos amarillos" de toda Francia se han reunido este fin de semana en Montceau-les-Mines (Saona y Loire) para su tercera Asamblea de Asambleas para estudiar las perspectivas del movimiento.
Las movilizaciones de los "chalecos amarillos" comenzaron en noviembre para protestar contra la subida de los impuestos al diésel y en diciembre alcanzaron su punto álgido con las protestas contra la represión de las manifestaciones hasta el punto que el presidente, Emmanuel Macron, anunció un paquete de medias económicas para mejorar las condiciones de vida de la clase media y trabajadora.
