DAKAR, 13 Mar. (Reuters/EP) -
El presidente de la Autoridad palestina, Mahmud Abbas, acusó hoy a Israel de estar llevando a cabo una "limpieza étnica" en Jerusalén Este, de mayoría árabe, mediante la prohibición de la construcción de viviendas para la población palestina y la separación de la ciudad del territorio ocupado de Cisjordania.
Abbas dijo en la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), a la que asisten representantes de 57 naciones, que se está celebrando en la capital de Senegal, Dakar, que el éxito de las conversaciones de paz impulsadas por Estados Unidos depende de la voluntad que muestre Israel de cumplir con el espíritu del proceso.
"Nuestra gente en la ciudad (Jerusalén) se está enfrentando a una campaña de limpieza étnica mediante un conjunto de decisiones israelíes como imponer impuestos altos, prohibir la construcción y separar la ciudad de Cisjordania con el muro racista de separación", afirmó Abbas. "Lo que hoy está teniendo lugar en el terreno es una violación total del proceso de paz", agregó.
Por su parte, un portavoz del primer ministro israelí, Ehud Olmert, condenó las declaraciones de Abbas, calificándolas como difamatorias.
El futuro de Jerusalén, que Israel considera su "capital completa y unida", mientras los palestinos reclaman Jerusalén Este como capital de su futuro estado, es uno de los temas más divisivos abordados por los negociadores israelíes y palestinos.
Además, Israel se niega a frenar la construcción de asentamientos judíos en los territorios ocupados y defiende el muro de Cisjordania, alegando que protege a Israel de posibles ataques de los milicianos palestinos, aunque la Corte Internacional de Justicia lo ha declarado ilegal. Por otra parte, los palestinos de Jerusalén Este se quejan a menudo del complicado proceso burocrático que tienen que pasar para conseguir un permiso de construcción, lo que interpretan como una medida de presión para obligarles a abandonar la ciudad.
A propósito de las palabras de Abbas, el portavoz de Olmert, Mark Regev, dijo: "El proceso de paz se enfrenta a muchos obstáculos y el liderazgo no debe contribuir a esos obstáculos con declaraciones inflamatorias".
Israel, según Regev, "está comprometido con la reconciliación histórica con el pueblo palestino. El Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina es nuestro compañero en ese proceso y tenemos que trabajar para construir confianza".
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense Sean McCormack dijo que el uso por parte de Abbas de las palabras "limpieza étnica" fue "posiblemente un ejemplo de retórica política sobrecalentada", y añadió: "Ciertamente nosotros no utilizaríamos esos términos para describir la situación".
