RAMALA (CISJORDANIA), 22 Jul. (Reuters/EP) -
El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, ha alertado al movimiento Al Fatá que lidera que sus días están contados a menos que ponga su casa en orden, unos comentarios que subrayan los problemas a los que se enfrenta el partido desde la muerte de su cofundador, Yasir Arafat.
La debilidad de este movimiento ha contribuido al ascenso del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que ha gobernado la Franja de Gaza desde hace tres años. Abbas, que reemplazó a Arafat, atacó al partido por su fracaso a la hora de ponerse de acuerdo en las candidaturas para las elecciones locales previstas para julio pero que tuvieron que ser canceladas ya que Al Fatá no acordó quién se presentaría.
"Debemos ser responsables por lo que sucedió", aseguró Abbas durante la reunión el pasado martes del Consejo Revolucionario de Al Fatá, de acuerdo con un responsable que asistió. "Si se permite lo que sucedió, os digo que este movimiento debe decir adiós", indicó, en comentarios que fueron omitidos en una versión difundida de su discurso.
"Esta prueba no es un buen presagio para ningún responsable de Al Fatá, incluido yo mismo", aseguró Abbas. "No me excluyo de la responsabilidad", añadió. Al Fatá, que apoya la idea de un tratado de paz permanente con Israel, fue derrotado por Hamás en las últimas elecciones celebradas por los palestinos, en 2006.
La influencia de Al Fatá se ha limitado a Cisjordania desde que Hamás se hiciera con el control de Gaza por parte de las fuerzas leales a Abbas en 2007. Incluso en Cisjordania, algunos responsables de Al Fatá temen que el movimiento esté en decadencia, y su credibilidad dañada por el fracaso de la estrategia de Abbas a la hora de negociar la paz con Israel.
