JERUSALÉN, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Autoridad Palestina y líder del movimiento palestino moderado Al Fatá, Mahmud Abbas, lamentó en una entrevista concedida al diario israelí 'Haaretz' el ambiente de "debilidad política" en Israel, en referencia a las acusaciones de corrupción que han obligado al primer ministro, Ehud Olmert, a dimitir de su cargo el próximo mes de septiembre.
Del mismo modo, Abbas reconoció que las negociaciones para un acuerdo de paz israelo-palestino no han arrojado avance alguno desde la conferencia de Annapolis, donde se estableció el marco el pasado año para un hipotético acuerdo de paz.
"Esta debilidad política me parece una buena excusa para que Israel no cumpla con sus obligaciones, ahora que Olmert está acusado de corrupción y el periódico (Haaretz) opina que soy muy débil", indicó Abbas, quien no obstante señaló que gran parte del Ejecutivo israelí valora sus esfuerzos, "incluso Amos Gilad", el director de seguridad del Ministerio de Defensa y uno de los principales críticos de la Autoridad Palestina.
"Hemos restablecido el orden en Cisjordania, y hemos tomado medidas contra cualquiera que atente contra la seguridad y la estabilidad en la zona, sea (el rival islamista de Al Fatá) Hamás, Yihad Islámica o incluso nosotros mismos", explicó Abbas, quin de todas formas planea "seguir manteniendo negociaciones" con Olmert "hasta el momento en el que abandone el cargo.
Sin embargo, Abbas trazó una perspectiva bastante desoladora de la situación de las negociaciones para un acuerdo de paz, que hasta ahora "no han arrojado resultado alguno" y que en su estado actual "es dudoso que se completen a finales de este año", lo que era uno de los objetivos de la conferencia de Annapolis auspiciada por el presidente estadounidense George W. Bush.
"Hasta ahora no se ha arrojado resultado alguno, a pesar de que hay varias propuestas en relación a la cuestión del establecimiento de las fronteras y del tema de los refugiados, pero las seis cuestiones fundamentales del acuerdo final (estatus de Jerusalén, establecimiento de fronteras, cuestión de seguridad, refugiados, asentamientos judíos en Cisjordania y trasvase de agua) siguen abiertos", lamentó.
"La distancia entre las partes es demasiado grande. Hemos presentado nuestras ideas y demandas en relación a estas seis cuestiones, y todavía tenemos que recibir una respuesta del Gobierno israelí", indicó.
