Los abogados de Mursi abandonan el juicio en protesta por la celda de cristal que incomunica a su cliente

Actualizado: domingo, 16 febrero 2014 16:55

MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

El equipo de abogados defensores del depuesto presidente egipcio, Mohamed Mursi, ha abandonado la sala donde se estaba celebrando este domingo el juicio al ex jefe de Estado en protesta contra la decisión de poner a Mursi en una celda insonorizada para seguir el proceso, ya que le impedía comunicarse con sus letrados y escuchar al juez.

En respuesta a la salida de los abogados, el tribunal ha decidido designar a una decena de letrados de reemplazo y posponer al 23 de febrero el juicio a Mursi por el cargo de conspirar para cometer actos terroristas del que se acusa tanto al ex presidente egipcio como a otros 35 miembros de la organización Hermanos Musulmanes.

Mursi comenzó el juicio en una celda tradicional para los acusados pero empezó a gritar contra "el régimen militar" que le derrocó el pasado mes de julio. El tribunal ordenó que Mursi, que para entonces había comenzado a cantar el himno nacional egipcio, fuera introducido en una celda de cristal insonorizada.

Los abogados defensores denunciaron que en el interior de la celda no se podían escuchar las palabras del juez, por lo que decidieron abandonar la sala como protesta, según informó el jefe del equipo de letrados de Mursi, Selim El-Awa, al diario digital 'Al Ahram'.

En la que ha sido calificada como "la mayor conspiración de la historia de Egipto", la Fiscalía ha confeccionado un caso en el que se implica a Mursi en una "operación terrorista" a varias bandas en la que supuestamente colaboró con el grupo palestino Hamás, el Gobierno iraní y su aliado en Líbano, el partido-milicia chií Hezbolá.

Según la acusación, la organización de Mursi, Hermanos Musulmanes, planeó en 2005 unos cursos de entrenamiento para sus seguidores en la Franja de Gaza --poco después de que Israel se marchara de la región-- donde iban a ser entrenados por miembros de las Guardias Revolucionarias iraníes y de Hezbolá.

Estos operativos perpetraron actos terroristas tras el levantamiento que expulsó del poder al entonces presidente Hosni Mubarak en 2011, y su objetivo final era la formación de un "emirato islámico" en el norte del Sinaí en el caso de que Mursi no fuera declarado jefe de Estado.

A cambio de la ayuda prestada, los asesores presidenciales de Mursi acordaron entregar información confidencial a Irán y a Hezbolá, según el fiscal, que señaló como responsable directo al ayudante de Mursi en materia de seguridad nacional, Essam El Haddad. Tanto Hamás como Irán han negado categóricamente estas acusaciones.

Este es solo uno de los cargos a los que se enfrenta Mursi, quien volvió a mostrarse agitado durante la audiencia del caso. Junto a él están acusados por este mismo motivo altos cargos de Hermanos Musulmanes como Mohamed Badie, Jairat El Shater y Mahmoud Ezzat.

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