ELECCIONES EN IRAK
Foto: STRINGER IRAQ / REUTERS
Actualizado: miércoles, 30 abril 2014 9:04

Más de 20 millones de iraquíes están llamados a las urnas para elegir a 328 parlamentarios

   MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Los colegios electorales iraquíes han abierto sus puertas a primera hora de este miércoles para celebrar los primeros comicios en el país tras el repliegue de las tropas de Estados Unidos a finales de 2011 y en un momento en el que la violencia sectaria está alcanzando niveles similares a los de 2006, con más de 850 muertos este mes de abril y con casi 4.000 fallecidos en lo que va de año.

   Más de 20 millones de iraquíes están llamados a las urnas en las elecciones parlamentarias que elegirán a los 328 integrantes del Consejo de Representantes, el Parlamento unicameral iraquí que deberá decidir el nuevo gobierno.

   La cita con las urnas llega en un momento especialmente delicado, con el temor de muchos ciudadanos a que la violencia vuelva a sumir al país en un conflicto civil y con un gobierno que parece no poder frenar las embestidas de los grupos de milicianos, algunos vinculados con la red terrorista Al Qaeda.

   Según datos de Naciones Unidas, Irak sufrió en 2013 el mayor número de muertos en atentados y ataques terroristas, con 7.818 civiles fallecidos y 1.050 militares y policías muertos. La violencia registrada en los últimos meses en la provincia de Anbar, donde las fuerzas de seguridad han bombardeado en las ciudades de Faluya y Ramadi las posiciones de grupos islamistas, ha llevado a cerca de 440.000 personas a huir de sus hogares en los últimos meses, lo que ha provocado una crisis humanitaria.

   Según datos del centro Iraq Body Count, un total de 863 personas han perdido la vida en atentados y ataques de milicianos islamistas en Irak desde el 1 al 26 de abril, lo que sitúa la cifra de bajas en cerca de 4.000 en lo que va de año.

LA ALIANZA DE AL MALIKI, PRINCIPAL FAVORITA

   La alianza Estado de Derecho, que lidera el actual primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, parte como principal favorita en estos comicios parlamentarios, en un país que se rige por un sistema electoral proporcional directo, lo que hace muy difícil conformar grandes mayorías.

   De hecho, las últimas elecciones parlamentarias dieron paso a nueve meses de negociación hasta que se acordó el nuevo ejecutivo, por lo que la previsión es que la conformación del nuevo gabinete dependa de las alianzas que se fijen una vez conocidos los resultados de los comicios.

   El bloque de Al Maliki, que opta a su tercer mandato como jefe de Gobierno, parte como favorito en los comicios, entre otros motivos, porque su bloque ha conseguido evitar la fragmentación que sí han sufrido otros grupos que se presentaron a la anterior cita con las urnas, según la BBC.

   Su principal rival es el exprimer ministro Iyad Allawi, que no parece tener tantas opciones como en los comicios de 2010 pero que todavía podría tener unos buenos resultados gracias al voto suní. Su bloque político, Iraquiya, cuenta con políticos chiíes y suníes y logró ser el más votado en 2010 pero se ha visto perjudicado por las divisiones y ahora Allawi, que es chií, es percibido como una figura prosuní.

   La principal amenaza para el grupo de Al Maliki procede de los otros bloques políticos chiíes, el liderado por el Consejo Islámico Supremo de Irak y el bloque Ahrar, encabezado por el clérigo radical Muqtada al Sadr, que lideró el Ejército del Mahdi, una milicia que combatió a las tropas estadounidenses durante la invasión.

   En las últimas elecciones parlamentarias, el bloque Iraquiya logró 89 escaños y el 24,72 por ciento de los votos, Estado de Derecho obtuvo 87 escaños con el 24,22 por ciento de los sufragios, la Alianza Nacional Iraquí consiguió 68 escaños con el 18,15 por ciento de los votos y la Alianza Democrática Patriótica del Kurdistán obtuvo 42 escaños con el 14,59 por ciento de los resultados.

   Tras esos resultados, la alianza de Al Maliki recibió autorización del Tribunal Supremo para unirse a la Alianza Nacional Iraquí, con lo que se convirtió en la mayor fuerza política y pudo formar gobierno.

   Los comicios iraquíes se rigen por un sistema de listas semiabiertas proporcional directo, en el que 320 de los 328 escaños se deciden en 18 circunscripciones y los otros ocho están reservados para minorías étnicas y religiosas. La Constitución iraquí establece que al menos el 25 por ciento de los escaños deben estar ocupados por mujeres (82 de 328), lo que provoca que cada lista electoral tenga que tener una mujer por cada tres hombres como mínimo.