MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Acción Contra el Hambre ha denunciado este lunes la situación en la que viven 2,1 millones de iraquíes que se han visto desplazados por la violencia y ha alertado de que se encuentran en una situación de "urgente necesidad" ante la llegada del invierno.
Desde enero de 2014, en el país hay más de dos millones de desplazados, más de 900.000 solo en la región del Kurdistán iraquí, que viven en condiciones precarias en espacios abiertos, campos, edificios y escuelas sin terminar, por lo que quedan completamente expuestos a las condiciones climáticas. "Las temperaturas, muy altas en verano, han caído bruscamente y se espera que la nieve empiece a caer en cualquier momento. En muchas zonas del país, la población desplazada ya ha sido golpeada por las lluvias y las bajas temperaturas", ha advertido la organización.
Con la llegada del invierno, la ropa de abrigo es básica y, por eso, Acción Contra el Hambre en colaboración con la Agencia de Cooperación canadiense y con el Centro de Crisis francés, "ha logrado movilizar recursos y está respondiendo a la urgente necesidad de ropa de invierno para la población desplazada en el campamento de Garmawa", ha explicado. La ONG distribuirá 3.100 kits con chaquetas, bufandas, botas, ropa interior, vestidos, gorros e impermeables.
"Una vez hecho el censo de beneficiarios y la identificación de sus necesidades, el principal desafío ha sido elegir a los proveedores para conseguir ropa de calidad. Además, es fundamental que sean capaces de entregar las cantidades necesarias a tiempo, antes de que llegue el invierno", explica la jefa de proyecto de Acción Contra el Hambre en Dohuk, Vanessa Rubio.
AYUDA INSUFICIENTE
Aun así, la ONG ha asegurado que "esta respuesta a las necesidades más inmediatas resulta insuficiente". Según ha explicado, es necesario aumentar las ayudas para evitar que, a corto y largo plazo, no se vean afectados los desplazados en puntos como el aumento de la deuda y el agotamiento de los pocos recursos a los que tienen acceso.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés), faltan unos 173 millones de dólares (casi 139 millones de euros) para poder cubrir las necesidades para el invierno de la población desplazada.
