Acción Contra el hambre recuerda la importancia de prevenir desastres diez años después del tsunami del Pacífico

Foto de archivo del tsunami de Banda Aceh
Retuters
Actualizado: martes, 23 diciembre 2014 13:09

MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

Acción Contra el Hambre ha recordado este martes la importancia de prevenir los desastres naturales y de trabajar en la reducción de riesgos para que la población esté más preparada diez años después del mayor tsunami de la historia, una catástrofe iniciada junto a la isla de Sumatra que dejó más de 200.000 muertos.

"Los estragos del tsunami sacaron a la luz la falta de preparación para afrontar un desastre de esta magnitud. Como consecuencia, ha progresado la idea de que si bien no podemos evitar que se produzcan este tipo de catástrofes, lo que sí podemos hacer es prepararnos y anticiparnos para disminuir considerablemente su impacto", ha destacado el director de Acción Contra el Hambre en Indonesia, Fabrice Carbonne.

El 26 de diciembre de 2004 un seísmo de magnitud 9,3 sacudió el océano Índico, uno de los diez terremotos más mortales y, en consecuencia, el tsunami más grave de la historia. Desde entonces, Acción Contra el Hambre ha trabajado para preparar la zona ante futuros desastres y para adaptarla al cambio climático para prevenir la desnutrición.

Como recuerda la ONG, hace ya diez años la corteza oceánica, a lo largo de 1.600 kilómetros, se vio elevada seis metros. Veinte minutos más tarde tuvo lugar un tsunami de más de 30 metros de altura que devastó las costas de Indonesia, Sri Lanka, el sur de India y el oeste de Tailandia.

"Cuando llegué a Banda Aceh, la destrucción del paisaje era algo sobrecogedor. A mí me impresionó especialmente el silencio, la falta de niños, quizás simplemente porque los más débiles no pudieron ponerse a salvo", ha recordado el director general de Acción Contra el Hambre, Olivier Longué, que pudo desplazarse a la zona cero pocas horas después del desastre.

Durante los primeros días se pusieron en marcha intervenciones de máxima urgencia como el saneamiento de los campamentos de la población desplazada, la distribución de agua potable y el reparto de kits de primera necesidad, entre otras. Tras esta respuesta inmediata, la emergencia dio paso a una fase de rehabilitación para conseguir la autonomía de la población afectada.

LECCIONES APRENDIDAS

El tsunami ha supuesto un giro en el ámbito humanitario. Tras esta catástrofe, Acción Contra el Hambre empezó a trabajar para reducir o evitar las pérdidas causadas por desastres.

Indonesia, un país constantemente expuesto a catástrofes naturales debido a su ubicación geográfica, ha llegado a desarrollar un nuevo protocolo de respuesta y preparación y hacer a las comunidades más resistentes. Además, Filipinas soporta más de 20 tifones cada año.

"Los desastres naturales y de origen humano van a ser cada vez más frecuentes a lo largo de las próximas décadas, y los impactos alcanzarán a un gran número de personas en todo el mundo. Pero sabemos que pueden prevenirse", ha dicho Longué. "Podemos ayudar a la población a estar preparada para hacerles frente y mitigar sus daños", ha añadido.

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