ACNUR avisa a la UE: "No porque las llegadas de migrantes a Italia hayan disminuido la situación está resuelta"

Inmigrantes en una embarcación rescatada por guardacostas libios
REUTERS / HANI AMARA
Libia
Actualizado: sábado, 2 junio 2018 9:41

La agencia de la ONU advierte de que se crean nuevas rutas, lo que explicaría en parte el aumento de llegadas a España

MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las llegadas de migrantes y refugiados a Italia este año se han reducido en un 85 por ciento con respecto al año anterior pero la situación migratoria que tanto preocupa a los países de la Unión Europea dista mucho de haber quedado resuelta, ha prevenido el enviado especial del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) para la situación en el Mediterráneo Central, Vincent Cochetel.

"No porque las llegadas a Italia hayan disminuido la situación está resuelta", sostiene en una entrevista con Europa Press, poniendo el acento en que en el continente hay 19 conflictos abiertos y dos de cada tres países se ven afectados por ello. "Así que la gente sigue huyendo por buenos motivos como la guerra, por violaciones de los Derechos Humanos" pero además hay muchos que abandonan sus países "por el mal gobierno y la falta de oportunidades económicas", añade.

Cochetel defiende que los países europeos no deberían dejar de implicarse en la resolución de los conflictos abiertos en África o en fomentar un "desarrollo más rápido del potencial económico" del continente. Es cierto que "no es fácil resolver los conflictos", sino que además de dinero en ocasiones es necesaria la intervención militar, como en Malí, y también se requiere "compromiso político para que haya cambios" en los países de los que proceden quienes emigran.

El dar por resuelto el problema podría suponer la apertura de "nuevas rutas". "Veremos menos llegadas a Italia pero más a España y otros países", advierte, como en realidad ya está ocurriendo. En lo que va de año, a España han llegado más de 7.600 migrantes mientras que en 2017 hubo unas 22.000, y uno de los motivos, según él, es el cambio de rutas que se ha producido debido a la dificultad de abandonar Libia y al endurecimiento de las medidas contra la migración en Níger, dos de los países clave de la ruta del Mediterráneo Central.

Actualmente, "algunas personas están llegando a Marruecos desde Argelia, esa es una situación nueva", mientras que otros llegan desde Mauritania a Marruecos y otros consiguen llegar a este país gracias a que no tienen necesidad de visado, señala el responsable de ACNUR, incidiendo en que no todos quieren viajar a Europa pero "los traficantes aprovechan su vulnerabilidad y tratan de venderles el sueño europeo".

"NO PODEMOS CAMBIAR LA GEOGRAFÍA"

"No podemos cambiar la geografía así que tenemos que abordar el problema de la migración de otra manera", defiende el responsable de ACNUR, animando a los países europeos a no solo centrarse en el retorno de los migrantes y en asegurar las fronteras, sino también en destinar fondos para atajar las causas en la raíz de la migración, "en desarrollar la capacidad de los países de primer asilo" en África y en "crear de forma gradual vías de migración, no para todos".

ACNUR apuesta por que haya una mayor inversión de la UE en los países a los que huyen inicialmente los africanos dentro del continente, en general los países vecinos, para que "los refugiados se queden allí y llegado el momento puedan regresar a sus países de origen".

En opinión del responsable de ACNUR, las llegadas a Italia han caído porque han aumentado las interceptaciones y rescates por parte de los guardacostas libios --casi 7.000 en lo que va de año--, pero también porque "hay menos capacidad de rescate en el mar porque hay menos ONG que antes" --han desempeñado "un papel significativo", asegura-- y al hecho de que el viaje se ha vuelto más costoso y no todos pueden permitírselo, al haberse complicado la partida desde las costas libias.

Cochetel reconoce que sigue habiendo "retos" en cuanto al respeto de los Derechos Humanos y el cumplimiento de los estándares internacionales por parte de los guardacostas libios, y por ello apuesta por seguir ayudando en su formación y capacitación con el fin de solventar este problema, aunque admite que también hace falta supervisión y una cadena de mando.

EVACUACIONES DE REFUGIADOS HACIA NÍGER

Por otra parte, reclama a los países europeos una mayor implicación en el programa de evacuación que ACNUR tiene en marcha para sacar a refugiados en situación de vulnerabilidad en Libia para trasladarlos a Níger y de ahí reasentarlos en terceros países. Por ahora solo se han producido 1.300 de estas evacuaciones y solo 141 reasentamientos a varios países de la UE y Canadá, mientras que se está a la espera del traslado de otros 50 y de la aceptación por los países de acogida de 616.

"Nos gustaría que más países europeos participaran en el reasentamiento porque no todos lo están haciendo y también lo hicieran otros países", admite Cochetel, que subraya que "por ahora la respuesta sigue siendo demasiado lenta y demasiado limitada".

"Níger ha sido muy generoso al ofrecer espacio para asilo temporal para esas personas pero al ser tan lento el reasentamiento no podemos evacuar a tantos de Libia como nos gustaría", lamenta y advierte de que de no hacerse, los refugiados más vulnerables y que necesitan protección "seguirán en las prisiones". "Este mecanismo de evacuación es parte de la solución, aunque no la única", insiste.

Cochetel también anima a la UE a un desembolso más rápido de los fondos prometidos a Níger para la reconversión de quienes hasta ahora trabajaban en el contrabando y el tráfico de personas, especialmente en la región de Agadez, punto clave en el viaje hacia Europa, ya que por ahora "está siendo lento y no está cubriendo a muchas personas".

DIFÍCIL REINSERCIÓN DE LOS TRAFICANTES

El responsable de ACNUR reconoce que había que poner fin a esta actividad criminal, de la que vivían muchas familias, pero al mismo tiempo hay que ofrecer a los residentes en el norte de Níger oportunidades y empleo, además de una mejor situación económica, lo cual no siempre es fácil.

"Después de haber estado ganando 20.000 euros al menos, algunos no quieren desempeñar trabajos normales", lo cual es comprensible, admite. "Si en España le ofrecieran a un traficante de drogas que lo dejara y trabajara como cajero en un supermercado seguramente no querría", subraya.

La falta de estas alternativas ha provocado que, aunque algunos hayan dejado el negocio por temor a terminar en prisión, otros sigan con el mismo pero han optado por "nuevas rutas más peligrosas, especialmente a través de Argelia o vía Chad y luego hacia Libia".

PREOCUPACIÓN POR LA SITUACIÓN EN ARGELIA

En otro orden de cosas, Cochetel reconoce que en ACNUR existe preocupación por la situación en Argelia, tras haber recibido "muchos testimonios perturbadores de migrantes y solicitantes de asilo que han sido explotados y sometidos a trabajos forzados en Tamanrasset, en el sur".

ACNUR ha pedido a las autoridades argelinas que "pongan en marcha un mecanismo para determinar quién necesita protección y quién no", después de que las autoridades argelinas hayan deportado a miles de migrantes africanos en los últimos meses, y que "investigue estas denuncias de tráfico y explotación", precisa.

Aunque Argelia "tiene derecho a deportar" a personas que se encuentran de forma ilegal en el país, como ha estado haciendo hacia Malí y Níger, debe hacerlo "de acuerdo con la ley y cumpliendo con las salvaguardas". En su opinión, la actuación de las autoridades argelinas, tras años tolerando la presencia de migrantes africanos trabajando en su sector informal, se debe a las quejas que se han producido en algunas ciudades.

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