La administración Bush permite el uso de la tortura en la lucha contra el terrorismo

Actualizado: domingo, 27 abril 2008 21:04
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   NUEVA YORK, 28 Abr. (OTR/PRESS) -

   El pasado verano, el presidente estadounidense, George W. Bush, emitía una orden ejecutiva en la que aseguraba que la CIA respetaría las leyes internacionales sobre el tratamiento a sus presos, aunque cartas del departamento de Justicia de la Administración Bush, hechas públicas esta semana, muestran que no fue del todo así, ya que técnicas como la tortura podrían practicarse en algunos de los interrogatorios, sobre todo en los que tengan que ver con la lucha contra el terrorismo. Fue un senador demócrata el que hizo públicas las misivas en las que funcionarios de dicho departamento justifican prácticas ilegales, según la Convención Internacional de Ginebra.

   Una información publicada hoy por 'The New York Times', recogida por otr/press, asegura que cartas recientes enviadas desde el Departamento de Justicia americano al Congreso de los EE.UU. confirman que a los miembros de la agencia secreta del país se les permite usar técnicas prohibidas por la legalidad internacional en interrogatorios destinados a evitar posibles ataques terroristas.

   En concreto una de las cartas enviada el 5 de marzo no deja claro cuáles serían esos métodos que violarían la Convención de Ginebra sobre la dignidad de las personas, pero lo que está claro es que dejan la puerta abierta a prácticas ilegales. La misiva le llegó al senador demócrata de Oregón, Ron Wyden, ya que forma parte del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense, y en seguida la puso en manos de un periodista de la prestigiosa publicación neoyorquina.

   PRÁCTICAS INJUSTIFICABLES

   Un diputado, ayudante del fiscal general de los EE.UU. aseguraba en una carta que "el hecho de que un acto sea emprendido para prevenir un ataque terrorista, más que con el propósito de la humillación o el abuso, sería relevante en determinación de cuán abusiva sea esa acción", a lo que otro miembro del departamento de Justicia respondió, que a su juicio, "no se puede justificar que, pese a tener buenos propósitos se pueda humillar y maltratar a alguien".

   No obstante, esta misma persona indicó que lo importante es que esas prácticas se hacen por un "objetivo de seguridad", por lo que podrían hacerse "cosas que pueden ser insultantes" pero que no llegarían al nivel de la "violación de la dignidad personal". Hasta ahora, se sabía que las órdenes de Bush prohibían que se abusara sexualmente de los detenidos, y que se les amenazara con la mutilación sexual, pero no que se pudieran llevar a cabo otras prácticas prohibidas expresamente por la Convención Internacional.