Los JEMAD preparan la cumbre de Chicago con "optimismo precavido" de que la estrategia para el país asiático "es la correcta"
BRUSELAS, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
La OTAN espera que el candidato socialista a la Presidencia francesa, François Hollande, consulte con sus aliados antes de decidir el repliegue de sus tropas de Afganistán después de que este reiterara ayer en campaña que las hará volver a casa para finales de este año si gana las elecciones presidenciales en segunda vuelta electoral, el próximo 6 de mayo, algo que vaticinan todas las encuestas.
"Hasta ahora no sabemos nada sobre las intenciones de Francia de replegarse este año, aparte de lo que el candidato a presidente François Hollande ha declarado a la prensa y no es posible tomar estas decisiones en base a declaraciones", ha explicado el presidente del Comité Militar de la OTAN, general danés Knud Bartels, en rueda de prensa al término de la reunión de dos días de los Jefes de Estado Mayor de la Defensa de loa Veintiocho para preparar la cumbre de Chicago de mayo.
"Asumo que ello llevará a una consultación entre el posible presidente francés, en este caso el presidente Hollande y sus aliados en la OTAN", ha explicado el danés, que ha insistido en que no le compete "comentar sobre quién va a ser presidente de Francia".
Bartels ha insistido en que los aliados necesitan que el Gobierno francés presente una postura "oficial" en "su debido momento" tras recordar que "las decisiones sobre operaciones realizadas en el marco de la OTAN siempre son el resultado de una consulta entre los aliados". "Los aliados acuerdan lo que quieren hacer juntos", ha insistido. "Por supuesto, después haremos la planificación necesaria en consecuencia", ha recalcado.
Los aliados pactaron en la cumbre de Lisboa en noviembre de 2010 que completarían el relevo en Afganistán a finales de 2014, cuando las fuerzas afganas asumirán "plenamente" el control de todo el país.
El presidente saliente francés, Nicolas Sarkozy, fue el primero que anunció el repliegue de sus tropas de combate en 2013, un año antes de lo pactado, tras la muerte de cuatro soldados franceses en la provincia de Kapisa a manos de un soldado afgano al que instruían.
El secretario general de Defensa norteamericano, León Panetta, también admitió el deseo de Washington de acelerar el repliegue de sus tropas a 2013, aunque posteriormente matizó sus palabras insistiendo en que mantendrían tropas de combate hasta finales de 2014 en Afganistán, algo que también ocurrió la semana pasada en el caso de Australia, que no es miembro de la OTAN pero contribuye tropas a la misión.
Los aliados han pactado en última instancia acelerar el inicio del relevo o transición sobre el terreno en zonas más difíciles para garantizar que las fuerzas de seguridad nacionales afganas están listas para atender sus propios desafíos de seguridad una vez que se replieguen las tropas internacionales. Hacia mediados de 2013 se espera que el relevo haya comenzado en todo el país.
El general Bartels ha asegurado que "todos" los JEMAD de los 50 países que contribuyen a la misión en Afganistán han hablado de "optimismo precavido" de que su estrategia para Afganistán "es la correcta" y "va en la buena dirección" cuando abordaron este miércoles la misión afgana.
"La transición también está en la buena dirección y estamos convencidos de que en su momento Afganistán será capaz de garantizar la seguridad, la gobernanza y el desarrollo para su pueblo y no será un santuario para terroristas", ha asegurado.
Bartels ha insistido en que las fuerzas afganas son cada vez "más eficaz" según van asumiendo una mayor responsabilidad. "Estamos bastante convencidos de que en términos de la estrategia, la ventaja comparativa la tienen el Gobierno de Afganistán, sus fuerzas de seguridad y su pueblo", ha concluido.
Los jefes de Estado Mayor de la Defensa también discutieron "la cuestión del repliegue de tropas y equipos", algo que representa "un desafío bastante grande". "Necesitamos abordarlo ahora porque aunque en teoría no tendrá lugar antes del 1 de enero de 2015, el tiempo pasa muy rápido y sabemos que el movimiento de tropas y equipos lleva tiempo", ha explicado Bartels.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN deben decidir en la cumbre de Chicago las siguientes etapas en el proceso de relevo que debe completarse a finales de 2014, el tipo de apoyo que seguirán prestando al país asiático más allá de esta fecha --se da por descontado que habrá una misión de entrenamiento pero no está claro que se quedarán fuerzas especiales para misiones de combate como quieren Estados Unidos, Reino Unido y Australia-- y su contribución económica para costear a las fuerzas afganas a largo plazo dado que Kabul no podrá hacerlo por sí solo.
Además de Afganistán, los aliados esperan lanzar varios proyectos de colaboración multinacional para garantizar que cuentan con las capacidades militares necesarias en el siglo XXI en Chicago y cómo impulsar las relaciones con organismos como la ONU y la UE, así como con países terceros, para cooperar más en intereses de seguridad comunes.
