Renovará el acuerdo de inmigración con Senegal y participará en la cumbre de ministros del Mediterráneo Occidental
MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, emprenderá mañana un viaje de tres días que le llevará a Mali, Senegal y Mauritania. Durante las entrevistas con las autoridades de los tres países y dentro del Comité de Ministros del Mediterráneo Occidental (CIMO), que se celebra en Nuakchot, Rubalcaba abordará tres problemáticas: la amenaza terrorista procedente del Sáhara, la próxima oleada de cayucos rumbo a Canarias y las redes de crimen organizado que interactúan entre esa zona y Europa, informaron a Europa Press fuentes de Interior.
La primera parada del ministro tendrá lugar en Bamako, la capital maliense, donde mantendrá un encuentro con el presidente de la República, Amadou Tomani Toué, y los ministros de Exteriores e Integración Africana, Badra Alou Malacou, y de Seguridad Interior, General Sadio Gassama. Mali mantiene abierta una lucha sin cuartel contra Al Qaeda en el norte del país --cuya ciudad de referencia es Tombuctú-- debido a los campamentos "móviles" en los que la sucursal de la red terrorista en el Magreb entrena a 'muyahidines' que luego viajan a combatir e inmolarse a Argelia e Irak y que representan una amenaza permanente para Europa.
El viaje oficial de Rubalcaba continuará en Senegal, donde renovará el Memorando de Colaboración que se firmó en 2006 con el presidente senegalés, Adboulaye Wade. El ministro del Interior español conocerá a su nuevo colega senegalés, Tidiane Sy, y con el acordará mantener las patrullas conjuntas que se establecieron hace dos años, así como el dispositivo de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex).
El acuerdo ya fue renovado en 2007 y en virtud del mismo patrullan las costas senegalesas, en busca de cayucos, un avión italiano, parte del dispositivo Frontex, un helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía, y tres patrulleras de la Guardia Civil. Rubalcaba aprovechará para visitar a los guardias civiles y policías nacionales destacados en el puerto de Dakar.
A pesar de que ya han comenzado a llegar embarcaciones con inmigrantes irregulares a las costas canarias, las fuentes consultadas apuntaron a las próximas semanas cono inicio del periodo "crítico" de viajes en cayucos a las Islas, que se extenderá hasta el próximo octubre, dependiendo de las condiciones del mar.
ÚLTIMO VUELO DE REPATRIACIÓN
Finalmente, el jueves 22, el avión de Rubalcaba aterrizará en el aeropuerto de Nuakchot, apenas 48 horas después de lo haya hecho el último vuelo de repatriación, en cumplimiento de los acuerdos firmados con el país africano. Más de 70 nacionales mauritanos y de otros países del Magreb han sido trasladados hoy en un vuelo que partió esta mañana desde Canarias, informaron a Europa Press fuentes de la lucha contra la inmigración clandestina.
Este será el primer encuentro de Rubalcaba con el nuevo presidente mauritano, Sidi Ould Cheij Abdallahi, vencedor en las elecciones de marzo de 2007, que ponían fin al periodo de transición abierto tras el golpe de Estado de 2005. Ningún miembro de la Junta Militar que gobernaba el país durante la firma de los primeros acuerdos de colaboración en materia de inmigración pudo concurrir a los comicios del pasado año.
CUMBRE DEL MEDITERRÁNEO OCCIDENTAL
Rubalcaba participará en la capital mauritana en la XIII Conferencia de Ministros de Interior del Mediterráneo Occidental (CIMO), a la que también asistirán los responsables de este área de Francia, Portugal, Italia, Malta, Marruecos, Argelia, Libia, Túnez y Mauritania. En la cumbre se abordarán igualmente los problemas de la inmigración irregular y el terrorismo, así como el del crimen organizado. De unos años a esta parte, las redes de tráfico de cocaína han comenzado a desembarcar en la costa africana la cocaína procedente de Sudamérica y a utilizar las habituales rutas del tráfico de hachís para introducir el polvo blanco en Europa.
Esta es la segunda cumbre del CIMO a la que asiste Rubalcaba, tras su 'estreno' en Niza (Francia) en mayo de 2006. La declaración final de aquella cumbre incluyó el compromiso de los diez países miembros a cumplir los convenios de readmisión de emigrantes firmados, así como la recomendación de que se firmasen otros nuevos. Igualmente, se acordó establecer una política "solidaria" con países que sufran una avalancha de inmigrantes, como la que recibían las Islas Canarias en aquella época.
