TEHERÁN, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Irán será autosuficiente en la producción de combustible nuclear en 2007, según auguró hoy el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, después de que hace escasos días admitiera que su país está "en las primeras fases" y lejos de conseguir el suficiente carburante para alimentar un reactor nuclear.
"Irán producirá el necesario carburante nuclear el próximo año", aseguró en una visita a la televisión estatal iraní, según lo publicado en la página Web de la cadena. "Nuestro país ha encontrado su hueco entre los ocho países (del club nuclear) y no pueden hacer nada", aseguró.
No obstante, para alcanzar su objetivo, Irán debe hacer caso omiso a las demandas internacionales de suspender el enriquecimiento de uranio, y por el contrario acelerar su capacidad de aumentar el volumen de uranio enriquecido. "La presión de Estados Unidos e Israel dirigida a violar los derechos de la nación iraní no tendrán éxito", subrayó en alusión a la oposición internacional al programa de enriquecimiento de uranio de Irán.
"Debido a nuestras capacidades nacionales, los esfuerzos de algunos países occidentales para imponer sanciones, si llevadas a cabo, no crearán ningún problema para nuestra nación" aseguró el presidente iraní.
Irán necesita hasta 54.000 centrifugadoras operativas dedicadas a enriquecer uranio para producir el suficiente carburante para hacer funcionar el reactor de Bushehr, 3.000 de las cuales las autoridades se han comprometido a tener a finales de 2006, que se sumarían a las 164 centrifugadoras que anunciaron tener en febrero pasado.
Por otra parte, Ahmadineyad tachó de "guerra psicológica" la posibilidad de una acción militar contra Teherán. "El Gobierno estadounidense no tiene poder para hacerlo. Aconsejo a los líderes norteamericanos a sacarse de la mente cualquier hostilidad contra Irán. Israel también está ocupado con sus problemas internos y no tiene ninguna posibilidad de dar un paso", aseguró.
Mientras, los cinco miembros permanente con derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU han acordado dar pasos contra Irán, mediante sanciones correspondientes por su programa de enriquecimiento de uranio, aunque discrepan del alcance de las sanciones, siendo Rusia y China las más condescendientes en comparación con Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
