MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El barco de rescate 'Alan Kurdi', de la ONG alemana Sea-Eye, ha puesto rumbo a la ciudad francesa de Marsella después de que no haya recibido permiso de Malta ni de Italia para desembarcar a los migrantes y refugiados que lleva a bordo. El sábado rescató a 133, de los cuales ocho fueron evacuados por la Guardia Costera italiana.
La organización ha asegurado en un comunicado que en estos últimos días las distintos países se han rebotado las responsabilidades. En este sentido, ha asegurado que el martes se pusieron en contacto con los centros de coordinación de rescates marítimos de Italia, Malta, Alemania y Francia sin recibir respuesta alguna.
El responsable de Sea-Eye, Gorden Isler, ha recriminado la falta de colaboración, que finalmente ha llevado al 'Alan Kurdi' a emprender rumbo a Marsella, el puerto donde el barco tenía previsto atracar próximamente para cambiar la tripulación y preparar su próxima misión.
Isler ha subrayado que "hay vidas en juego". "Sin duda, el puerto de escala puede ser también un lugar seguro. La inacción de las autoridades italianas y alemanas nos ha obligado a dar este paso", ha añadido, pese al riesgo derivado de navegar a un punto más lejano al previsto.
El responsable de la ONG ha afirmado también que el 'Alan Kurdi' no puede verse atrapado en una "situación incontrolable" si atraca en Italia, advirtiendo de que no quieren "otro bloqueo" como el que han sufrido recientemente otros barcos de organizaciones internacionales que operan en el Mediterráneo central.
El Gobierno francés no se ha pronunciado sobre el anuncio de Sea Eye, pero el teniente de alcalde marsellés, Benoît Payan, del Partido Socialista, ha afirmado que el puerto "estará abierto". "No dejaremos a los náufragos morir en el Mediterráneo. Es nuestra historia, es nuestra tradición y son nuestros valores", ha dicho Payan, que ejerce de alcalde en funciones.
