WASHINGTON, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Ferguson, James Knowles, ha criticado este martes lo que ha considerado un tardío despliegue de la Guardia Nacional en esta localidad del estado de Misuri ante los más que probables disturbios por la decisión judicial de exonerar al policía que mató al joven afroamericano Michael Brown.
"No creo que hayamos visto el compromiso del estado de Misuri que todos esperábamos, y sabiendo eso hubo mucha gente ahí fuera que delinquió y que no va a responder por ello porque las fuerzas de seguridad estaban sobrepasadas", ha dicho en una rueda de prensa, según informa 'The Washington Post'.
Así, Knowles ha expresado su preocupación de cara a esta noche. "Si ayer no fueron capaces de llegar a tiempo para proteger nuestros negocios ¿Qué pasará hoy?", ha cuestionado, indicando que muchas personas han cerrado ya sus comercios por miedo a los disturbios.
En la madrugada del martes, cientos de personas salieron a las calles de Ferguson para protestar por la resolución del gran jurado, dando lugar a importantes disturbios a los que los agentes locales contestaron con gases lacrimógenos.
El gran jurado de Saint Louis decidió el lunes no presentar cargos penales contra Darren Wilson por la muerte de Brown, argumentando que, tras "una investigación exhaustiva", las declaraciones de algunos testigos han quedado desacreditadas por las pruebas y las autopsias han sido consistentes entre sí.
Ahora, la familia de Brown puede optar por la vía civil presentando una demanda, aunque este tipo de acciones legales no suelen prosperar. Además, queda abierta todavía la investigación interna de Departamento de Policía de Ferguson.
CASO BROWN
Brown, de 18 años de edad, murió el pasado 9 de agosto al recibir varios disparos de Wilson. Según varios testigos, el joven estaba desarmado, mientras que las autoridades locales sostienen que intentó agredir al policía y que éste se defendió.
La tardanza de las autoridades en revelar los detalles del suceso y, sobre todo, en dar a conocer la identidad de Wilson, dieron lugar a una ola de protestas que rápidamente derivó en disturbios que obligaron a un despliegue de la Guardia Nacional.
El caso de Brown, junto al de Trayvon Martin, otro joven afroamericano abatido a tiros por un vigilante de barrio en Florida, han servido para reavivar el debate racial en Estados Unidos.
