BERLÍN, 17 Sep. (EP/AP) -
Los Estados alemanes de Berlín, la capital, y Mecklemburgo-Pomerania Occidental, al noreste del país, eligen hoy a sus parlamentos regionales ante la incertidumbre de un posible repunte de la extrema derecha, una nueva preocupación para la canciller alemana Angela Merkel.
Unos 3,9 millones de electores están convocados a las urnas en los dos lander, donde las encuestas apuntan que los gobernadores socialdemócratas del SPD está previsto que revaliden sus cargos, aunque tendrán que seguir pactando con los ex comunistas.
Los sondeos también revelan que el Partido Nacional Democrático, de extrema derecha, superará sin problemas el 5% de sufragios exigido para obtener representación parlamentaria por primera vez en su historia.
La extrema derecha tiene escasa representación a nivel nacional debido al rechazo que suscita en la gran mayoría de los votantes su cercanía con el partido nazi de Adolf Hitler.
Pero, a pesar de este pasado, estos partidos han encontrado un fértil terreno para su crecimiento en el deprimido este del país, donde ya ha obtenido escaños en el Parlamento de Sajonia.
Los sucesivos gobiernos han fracasado en paliar la alta tasa de paro que sufre el este desde la reunificación del país en 1990. El desempleo en Mecklemburgo tiene tenía la tasa más alta del país en agosto, un 18,2 por ciento, pero los dirigentes regionales insisten en que el Estado se encuentra en el buen camino gracias a la recuperación del turismo y la agricultura.
Sin embargo, el Partido Nacional Democrático (NPD) ha logrado enfocar el descontento y el hastío hacia los partidos tradicionales, sumando apoyo popular. La campaña del NPD se ha centrado en mejorar las ayudas a los padres trabajadores para frenar la caída de la tasa de natalidad y en los discursos xenófobos. Tampoco han dudado en elogiar el desarrollo económico y las políticas educativas del partido Nazi.
Si las encuestas aciertan, el peor parado de estas elecciones será el Partido Democristiano (CDU) de la presidenta Angela Merkel. Merkel está sufriendo un importante deterioro electoral a nivel nacional debido a la reforma del sistema sanitario, pero podrían convertirse en el partido más votado de Mecklemburgo-Pomerania, lo que obligaría a los socialdemócratas a pactar con ellos igual que tuvieron que hacer tras las elecciones al Bundestag para formar una gran coalición de Gobierno.
En Berlín, el alcalde socialdemócrata, Klaus Wowereit, previsiblemente conservará su puesto debido a su alta popularidad, a pesar de los polémicos recortes de empleos públicos que buscan frenar la deuda pública de la ciudad, que ya llega a los 76 millones de euros.
