WASHINGTON, 3 Oct. (DPA/EP) -
El ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, ha prometido este miércoles a Estados Unidos el apoyo de Berlín para la entrega de ayuda humanitaria en caso de que el Gobierno de Sirio lance una ofensiva en la provincia de Idlib (noroeste).
"Nos preparamos para estar completamente disponibles", ha dicho Maas en Washington, donde se encuentra de visita oficial, tras reunirse con su homólogo estadounidense, Mike Pompeo.
Sin embargo, Maas ha considerado improbable que su país interviniera militarmente en caso de un ataque químico por parte del Gobierno sirio. Una autorización al respecto por parte del Parlamento alemán (Bundestag) "no se considera muy probable".
Si en el ataque contra Idlib se usaran armas químicas, Washington ha pedido a Alemania que se implique en una represalia militar contra las fuerzas del Ejército sirio.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha destacado este mismo miércoles que tanto Moscú como Ankara han tomado medidas en el marco del acuerdo sobre Idlib para normalizar la situación, motivo por el que ha dicho que es poco probable que vaya a haber combates a gran escala en la provincia.
"En principio, el trabajo está avanzando en la buena dirección. Tengo todos los motivos para creer que lograremos los objetivos planteados, y eso significa que allí no habrá más grandes combates", ha señalado.
Maas viajó en la noche del martes a Washington para inaugurar el año de Alemania en Estados Unidos y abordar temas internacionales con las autoridades locales.
Tras reunirse con Pompeo tiene previsto también un encuentro con el asesor de seguridad nacional de la Presidencia, John Bolton, para hablar con ambos de la guerra en Siria y la salida de Washington del acuerdo nuclear con Irán, entre otros temas.
El Año de Alemania incluirá más de mil actos con los que se busca reforzar los lazos culturales entre ambos países más allá de la política gubernamental actual.
Es la segunda visita de Maas a Washington desde su toma de posesión hace más de medio año. La política hacia Irán es uno de los puntos de choque entre ambos gobiernos.
Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear firmado con el país persa para impedir que fabrique una bomba atómica, mientras que el resto de países firmantes quieren mantenerlo en pie.
