La alimentación escolar a domicilio en tiempos del coronavirus

Un comedor escolar apoyado por el PMA en Burundi
Un comedor escolar apoyado por el PMA en Burundi - WFP/HUGH RUTHERFORD - Archivo
Actualizado: domingo, 17 mayo 2020 9:05

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El PMA reparte comidas para llevar en varios países para garantizar la alimentación de los niños en tiempos de la Covid-19

ROMA, 17 May. (Por Mert Er, Programa Mundial de Alimentos) -

Cerca de 1.600 millones de niños y jóvenes en 197 se han visto obligados a dejar de ir a la escuela ya que las clases han sido suspendidas con el fin de ralentizar la propagación de la Covid-19 --aunque algunos ya están comenzando a volver a las aulas--. Entre ellos, casi 370 millones han dejado de recibir las comidas escolares, unas comidas que a menudo son las únicas con las que podían contar.

"Sin comidas escolares, millones de niños pasarán hambre. Corren el riesgo de caer enfermos, abandonar la escuela y perder su mejor oportunidad de escapar a la pobreza. Debemos actuar ahora para evitar que esta crisis sanitaria se convierta en una catástrofe alimentaria", advierte el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley.

La agencia trabaja con los gobiernos de todo el mundo para garantizar que los niños siguen recibiendo la alimentación que necesitan. En el marco de una asociación lanzada recientemente con UNICEF, el PMA apoya también los esfuerzos para garantizar que se pongan a disposición servicios de nutrición y de salud en e entorno escolar para incitar a los niños más vulnerables a volver a la escuela una vez pase la emergencia.

El PMA multiplica sus esfuerzos para permitir a los niños más vulnerables beneficiarse de una ayuda alimentaria escolar a domicilio. Estos son algunos ejemplos de las acciones puestas en marcha:

COLOMBIA

"Se diferencia muy rápido a un niño que tiene hambre y a un niño bien alimentado en la escuela. Un niño hambriento está distraído en clase y es débil. Mantener esta ayuda alimentaria a las familias durante la pandemia tendrá consecuencias beneficiosas para los niños pero también para su familia", explica Eloy Berty, director de una escuela en Río Hacha, una ciudad del departamento La Guajira (norte).

Antes de los cierres en relación con la Covid-19, el programa de alimentación escolar ofrecía comidas a 112.000 niños en cinco departamentos. En abril, para más de 86.000 alumnos del departamento de La Guajira, estas comidas fueron reemplazadas por raciones para llevar. Recogidas por un miembro de la familia, las raciones ofrecen una alimentación equilibrada que incluye lácteos, cereales, frutas y aceite para cocinar.

"Estas comidas son beneficiosas para toda la familia. Mis hijos siempre preguntan cuando reabrirá la escuela, dicen que quieren estudiar, escribir, que quieren regresar", relata Luz Marina González, una migrante venezolana y madre de dos niños en edad escolar.

CONGO

Después de que las actividades escolares hayan quedado reemplazadas por programas de radio y televisión bajo el eslogan "la educación en casa", el PMA ha lanzado su iniciativa "alimentación escolar en casa", ofreciendo raciones para llevar compuestas de arroz, guisantes, aceite vegetal, sal y sardinas.

"Había detectado que algunos niños habían perdido peso", cuenta Yolande Moranga, directora de la escuela Mingali Bambou, en el departamento de Pool, mientras distribuye raciones. "La mayoría de los niños de la aldea solo pueden comer en la escuela ya que sus padres, sobre todo sus madres, se van al campo pronto por la mañana y no regresan hasta las 16.00 horas. Los niños se quedan por tanto solos. Estoy verdaderamente feliz de que se hagan estas distribuciones", asegura.

Entre los niños que vienen a buscar sus raciones están Derrick, un alumno de primer año. Su padre, Narcisse Bandouzi, es conductor y transporta generalmente mandioca desde los campos a los mercados. Hoy, Narcisse acompaña a su hijo para transportar la ración de alimentos que les han dado hasta casa.

Antes de la pandemia, 80.000 niños se beneficiaban del programa de alimentación escolar en Congo. La iniciativa de las raciones para llevar a casa beneficia ahora a 61.000 de ellos, mientras que los demás se benefician de transferencias de dinero.

CAMBOYA

Sokhan, la dedicada directora de la escuela primaria de Duon Aov en el distrito de Angkor Thom, supervisa aplicación del programa de alimentación escolar desde hace casi 20 años.

"Las comidas ayudan a los niños a permanecer concentrados. Sus resultados mejoran, les gusta venir a la escuela y están dispuestos a dar a cambio", explica, añadiendo que a muchos de ellos les gustaría convertirse en profesores cuando sean mayores.

Ante el desafío del cierre de escuelas, el PMA trabaja con el Ministerio de Educación, Juventud y Deportes para ofrecer raciones de arroz para llevar. Unos 104.000 alumnos de 908 escuelas en cinco provincias de Camboya se han beneficiado. Las familias identificadas como las más vulnerables han recibido una entrega única de 20 kilos de arroz por niño para atenuar el impacto económico inmediato del cierre de escuelas así como otras carencias generadas por los mercados y la disminución de los medios de subsistencia, relacionadas a las medidas de confinamiento por la Covid-19.

Entre estas familias está la de Chim Leak. La mujer lleva una mascarilla para hacer el trayecto hasta la escuela no para dejar a sus dos hijos sino para buscar su ración de 20 kilos de arroz. "Siempre hemos tenido que trabajar muy duro para ganar lo justo para alimentar a nuestra familia. La vida no ha sido fácil para nosotros. Pero en las condiciones actuales, la situación ha empeorado", reconoce.

"Mi marido no tiene trabajo por ahora, y yo no puede vender el maíz y los anacardos que habitualmente me procuran un ingreso", explica. "Estoy contenta de recibir estas raciones. Ayudarán a mi familia durante un cierto tiempo al menos", subraya.

LIBIA

El PMA y el Ministerio de Educación distribuyen cajas de 2 kilos de barritas de dátiles enriquecidos con minerales y vitaminas a 18.379 alumnos de 6 a 14 años, así como a sus familias en 58 escuelas del sur de Libia. Una iniciativa basada en la distribución para llevar que permite mantener a los niños durante este periodo de enseñanza a distancia. La ración representa el 30 por ciento de las necesidades nutricionales diarias de los niños y de cinco miembros de su familia durante un periodo de cinco días.

"Ofreciendo almuerzos a los niños y a sus familias, mantenemos la prioridad de Libia que consiste en garantizar la enseñanza a distancia a pesar del cierre de escuelas para evitar la propagación de la Covid-19. Eso significa no solo que los padres están menos preocupados, sino también que los niños pueden concentrarse en lo que es verdaderamente importante: el aprendizaje", explica el representante del PMA en Libia, Samer Abdel Jaber.

"Esperamos con impaciencia el día en el que hayamos dejado atrás la Covid-19. Pero a la espera de ello, apoyamos a Libia en su compromiso: dar prioridad a la educación", subraya.

Las distribuciones, realizadas por responsables de las escuelas durante las horas que permite el toque de queda y con todas las medidas preventivas, comenzaron el 30 de marzo y hasta principios de mayo habían beneficiado a 15.000 alumnos y sus familias.

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