WASHINGTON, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha propuesto este viernes un "camino de democratización" para Nicaragua, que supone celebrar elecciones generales en un máximo de catorce meses para "legitimar el ejercicio gubernamental", con el fin de zanjar la peor crisis política que ha sufrido la nación centroamericana en las últimas décadas.
Almagro ha anunciado un "camino democratización" que exige "esencialmente una respuesta política desde el poder" para celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias de forma anticipada "en un plazo mínimo de nueve meses, dada la necesidad de rehacer el registro electoral, y en un plazo máximo de catorce meses".
"En política no tiene sentido prevalecer sobre la voluntad popular. Es la voluntad popular la que debe prevalecer. Hay que hacerlo con elecciones. Contando votos (...) Es imprescindible", ha dicho Almagro en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente para evaluar la situación en Nicaragua.
De forma paralela, ha ofrecido también un "camino de pacificación" que implica el cese de la represión y el inicio de las investigaciones de los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la ola de violencia, que ha dejado unos 170 muertos y cientos de detenidos, para satisfacer la "promesa de Justicia" a las víctimas.
"Los responsables de las muertes y demás aberraciones que hemos visto y estamos viendo en Nicaragua deberán responder y pagar por sus crímenes. No puede haber otra solución", ha afirmado, recibiendo el aplauso de los emisarios latinoamericanos.
"El país está en una encrucijada" y por eso Almagro ha reclamado al Gobierno de Daniel Ortega una "respuesta urgente" a la 'hoja de ruta' de la OEA. "El tiempo va en contra de Nicaragua. El paso del tiempo significa más represión, más violencia, más muerte", ha advertido.
A este respecto, ha subrayado que la respuesta debe llegar por la vía del diálogo entre el Gobierno y sus opositores porque "es una tarea entre nicaragüenses", si bien ha recalcado que la OEA se mantendrá vigilante, condenando "cada muerte" y apelando a "la sensatez y la concordia".
"El futuro no es una decisión de unos pocos, de ninguna élite política, económica o social, es del pueblo. Ninguna persona o grupo de personas en particular deben prevalecer sobre Nicaragua y su futuro. Todos los nicaragüenses son los verdaderos dueños de su país", ha ensalzado.
En opinión de Almagro, "la crisis es una oportunidad" para que la sociedad nicaragüense "se replantee su compromiso con los valores de la democracia y los Derechos Humanos (...), para que marque en su historia a favor de la paz y el rechazo al enfrentamiento".
VIOLENCIA EN NICARAGUA
Las protestas comenzaron el pasado 18 de abril con la reforma de la seguridad social como detonante pero rápidamente se extendieron hasta exigir la "democratización" del país. Ortega ofreció un diálogo nacional que se ha suspendido en varias ocasiones por la falta de avances.
El Gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democrática, que aglutina a la oposición, retomaron el diálogo la semana pasada con la mediación de la Conferencia Episcopal y llegaron a los primeros acuerdos, si bien los enfrentamientos entre manifestantes y policías, así como con grupos paramilitares 'sandinistas', han continuado.
