El alto coste de la vida en el negocio de los diamantes de Surat

Pulido de diamantes en Surat (India)
REUTERS / AMIT DAVE
Actualizado: sábado, 21 julio 2018 9:10

Una investigación detecta una relación entre el esclavismo en la región y un aumento en el número de suicidios

SURAT (INDIA), 21 Jul. (Fundación Thomson Reuters/EP) -

Una investigación de la Fundación Thomson Reuters en el estado indio de Gujarat ha encontrado una relación entre la explosión de la región como cuna de la industria de corte y pulido de diamantes y un aumento de los suicidios por explotación laboral entre los trabajadores.

Las pesquisas han puesto de manifiesto las inmensas discrepancias en la supervisión dentro de la industria de las piedras preciosas, donde la actividad de recolección está mucho más vigilada que el resto del proceso hasta llegar a los clientes finales.

Al menos nueve trabajadores se han quitado la vida en la ciudad de Surat, núcleo comercial de Gujarat, en lo que los expertos consideran que se trata "la punta del iceberg", a pesar de que desde el Gobierno y las compañías se garantizan todos los esfuerzos posibles para proteger a los trabajadores.

En Gujarat, un 80 por ciento de los empleados no cobra un salario fijo. Reciben entre 1 y 25 rupias por cada pieza que pulen. No tienen seguridad social, y tienen miedo a denunciar su situación porque perderían su trabajo, al que dedican 10 horas al día en una industria estacional.

La bajada de la demanda de diamantes durante la crisis económica de 2008 y el subsiguiente cierre de los talleres acabaron desembocando en el suicidio de entre 30 (según la economista Indira Hirway) y 300 desempleados, según los sindicatos consultados.

UNA CHISPA

Una tarde, al llegar a su domicilio tras completar una brutal jornada laboral más, Vikram Raujibhai se prendió fuego en su casa. Su familia encontró los restos mortales del trabajador, de 29 años de edad en el momento de su muerte. Se había rociado previamente con queroseno. Luego usó una cerilla.

"Llevaba puliendo diamantes desde los 16 pero últimamente le costaba encontrar trabajo", según su madre, Wasanben. El padre de Virkam, también pulidor, murió hace una década de un ataque al corazón.

El joven se había convertido en la única fuente de ingresos de la familia. "Ganaba unos 90 dólares al mes, pero somos una familia de siete y nunca nos llegaba a final de mes", lamenta su madre.

Las principales compañías mineras -- De Beers, Rio Tinto o Alrosa -- defienden que sus empleados trabajan con plenas garantías. Y, de hecho, muchos activistas pro Derechos Humanos consultados por la Fundación Thomson Reuters coinciden en esta valoración. El problema reside en los pequeños talleres, sin ventilación y sin lavabos, cuyos empleados viven "como esclavos".

SIN VIGILANCIA

Estos empleados están completamente a merced de la voluntad de sus jefes minoristas, que hacen y deshacen sin restricciones meced a la falta de control. Se explica así: los diamantes en bruto están sometidos a vigilancia en forma de acuerdos internacionales como el llamado Proceso Kimberley, por el que se garantiza que los minerales no se emplean ni para financiar guerras ni son extraídos a través del abuso. Un 99,8 por ciento de los productores globales de diamante participan de este proceso.

Sin embargo, el procesado es otro cantar. Existe una organización, el Consejo de Joyería Responsable (RJC), encargada de certificar que tanto cortadores como pulidores disfrutan de unos mínimos básicos de bienestar laboral. En Gujarat, solo 90 firmas de las más de 15.000 instaladas allí han pedido estos certificados, y nadie, comenzando por el Gobierno, les ha ordenado que lo hagan. Depende exclusivamente, dicen, de las compañías.

"Lo que no puede ser", lamenta el profesor de Comercio en Gabani Gautam Kanani, "es que el negocio haya crecido, que la tecnología haya mejorado pero que solo una cuarta parte de los empleados tenga para ganarse la vida".

La Policía está dividida. Para el investigador Ashish Dodiya, la situación se explica porque "la proporción de mineros en esta zona es muy grande en relación al resto de la población". "Nadie se muere de hambre. Reciben su paga todos los meses", añade.

Sin embargo, otros investigadores no terminan de convencerse. "Lo cierto es que hay muchos empleados que piden préstamos y luego no pueden devolverlos", en palabras de Rameshbhai Gulabrao. Es, de nuevo, el problema de la interinidad. Algunos mineros, bajo el anonimato, confiesan que se pasan dos meses sin cobrar en las épocas donde el negocio escasea.

DISPUTAS LABORALES SILENCIADAS

Según la organización laboral Ratna Kalakar Vikas Sangh, dedicada a vigilar la salud de los empleados, entre 2016 y 2017 se registraron caso 2.000 disputas laborales en Surat. La mayoría acabaron con despidos. Y con un silencio generalizado.

Está el caso, por ejemplo, de un empleado que se lanzó por el quinto piso de un taller de diamantes. Murió en el acto. Su familia no protestó y la investigación fue cancelada, según el responsable de la organización laboral, Jaisukhbai Nanibhai Gajera.

El silencio impera en una industria de minoristas donde "ni siquiera les interesa facilitar la Seguridad Social por el papeleo que involucra y porque la mayoría de los trabajadores, e incluso muchos de sus superiores, son iletrados", lamenta el comisario adjunto del sindicato de diamantes en Surat, Ashish Ghandi.

POR SU CUENTA Y RIESGO

Queda una última opción: la de que los trabajadores abran su propio negocio, pero es una empresa arriesgadísima. A la doble carga de trabajo como mineros y jefes, se suman deudas y amenazas.

Existen así casos como los de Bharatbhai Rathod, autónomo tras 15 años de esclavitud. Su negocio duró poco. "Intentó suicidarse bebiendo el pesticida que usamos en la granja. Nunca nos dijo por qué, hasta que al final nos enteramos de que le estaban amenazando por una deuda impagada, nunca devolvió el préstamo que le hicieron para comprar materia prima", lamenta su esposa, Shobhaben.

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