Altos oficiales de Birmania serían culpables de crímenes de guerra

Actualizado: domingo, 7 diciembre 2014 19:46

RANGÚN, 6 Nov. (Reuters/EP) -

Las tropas comandadas por el poderoso Ministerio de Interior de Birmania y otros dos altos funcionarios torturaron y mataron civiles hace seis años mientras combatían una rebelión étnica, según una investigación independiene de la Facultad de Derecho de Harvard.

Los investigadores pasaron seis años recolectando información sobre el ministro de Interior, Ko Ko, y los generales Khin Zaw Oo y Mang Maung Aye que, según el informe publicado este jueves, dirigieron a las tropas durante una ofensiva contra los rebeldes en el estado oriental de Karen entre 2005 y 2008. Los soldados habrían disparado morteros contra los pueblos y ejecutado a civiles, además de otros crímenes, afirma la investigación.

El informe no acusa a los oficiales de ordenar directamente a las tropas cometer abusos, pero afirma que tomaron posiciones por antiguas políticas que sancionaban "la directa orientación de los ataques hacia civiles y estaban diseñados para provocar desplazamientos a gran escala", según el informe.

"Hemos llegado a la conclusión de que ellos tenían el mando y el control sobre las fuerzas que llevaron a cabo esos crímenes", ha dicho uno de los autores del informe en el Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de Harvard, Matthew Bugher, que ha llevado las conclusiones al Gobierno.

Bugher ha afirmado que tuvo un "cordial pero tenso" encuentro con el viceministro de Defensa, Kyaw Nyunt, en la capital, Naypyitaw, para discutir sus descubrimientos. "La respuesta del viceministro de Defensa fue que nuestro informe es subjetivo e inexacto", ha revelado, añadiendo que el hecho de que la reunión tuviera lugar es "importante y muy valiente".

"Creemos que es problemático que haya un prolífico abusador de los Derechos Humanos en el gabinete, este tipo de personas hace dudar de los esfuerzos de reforma", ha añadido Bugher.

TRANSICIÓN EN BIRMANIA

En marzo de 2011, después de 49 años de régimen militar, los generales al mando del Gobierno de Birmania cedieron el poder a un Gobierno semicivil liderado por el ex general Thein Sein, que inició reformas políticas y económicas. Aún así, los militares mantienen bastante poder en la nación del sudeste asiático.

Estados Unidos y otras voces internacionales han mostrado su preocupación por el estancamiento de las reformas en algunas áreas. Este miércoles, la líder opositora, Aung San Suu Kyi, ha afirmado que las políticas llevan meses estancadas y ha acusado a Estados Unidos de mostrarse demasiado optimista sobre las oportunidades de progreso.

El partido en el poder está compuesto mayoritariamente por ex militares y la Constitución, redactada también por militares, reserva un cuarto del Parlamento para oficiales no elegidos. También estipula que algunos puestos ministeriales están reservados para miembros de las Fuerzas Armadas, incluido el Ministerio de Interior, encabezado por Ko Ko.

Las alegaciones han llegado cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, alumno de la Facultad de Derecho de Harvard, prepara una visita a Birmania para acudir a una cumbre regional la próxima semana. Un alto oficial estadounidense ha contado a Reuters que Obama no ofrecerá a Birmania ninguna concesión como relajar las sanciones o aceptar una cooperación militar, porque significaría que el proceso reformista se ha estancado.

JUSTICIA PARA LAS VÍCTIMAS

Un oficial de la Embajada de Estados Unidos ha dicho este jueves que su Gobierno se toma muy en serio las denuncias del informe de Harvard y ha aumentado su preocupación durante estos años sobre los abusos miliares del Gobierno de Birmania.

"Hemos pedido repetidamente al Gobierno que proporcione justicia a las víctimas de estos crímenes y abusos y que detenga a los perpetradores de una manera creíble y transparente", ha añadido el oficial.

Bugher ha afirmado que el objetivo del informe era llamar la atención sobre los abusos de militares durante este periodo de reformas en Birmania y fomentar el debate sobre el legado de abusos militares.

"Creemos que la transición y muchas de las reformas son importantes, pero hay un problema en todo esto, y es la conducta militar", ha añadido Bugher.

La imagen de los militares se ha ido deteriorando a lo largo de las últimas semanas al tiempo que se hacía pública la noticia de que los soldados habían matado a un periodista detenido en una zona cercana a la frontera con Tailandia, donde se daban enfrentamientos entre las Fuerzas del Gobierno y los rebeldes étnicos de Karen.

Sein respondió la semana pasada a la llamada de los grupos defensores de los Derechos Humanos y del Gobierno de Estados Unidos y ordenó crear una Comisión Nacional de Derechos Humanos para que se hagan cargo de la investigación sobre la exhumación del cádaver del periodista, que ha tenido lugar este miércoles, para que se realice una autopsia.

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